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Servián primeramente se opuso a la metodología que el EPP utiliza para reivindicar su ideología, en la breve nota remitida a los medios de comunicación.
“Quizás ustedes estén convencidos que detrás de su lucha por la justicia social vale la pena matar a quien sea o morir. Pero les aseguro que jamás convencerán que esa lucha es justa, a gente como yo y la inmensa mayoría de este pueblo pacífico, que ama la vida humana por encima de todas las cosas”, indica parte de la carta.
Agrega que “hay tantas maneras de buscar el bien común y que pena que eligieron la peor”, en la que se juega con la vida humana.
“Yo asisto a cientos de niños muy pobres y sufro a diario la hiriente desigualdad en que viven. No duden que amo a estos mitaí y mitacuñaí mboriahumi (Niños y niñas pobres), tanto como si los hubiera parido. No duden que les deseo lo mejor en su vida y por eso lucho día a día desde la madrugada hasta la noche, y apenas llego a casa no dejo de pensar en ellos y de cómo sobreviviremos el día siguiente”, sostiene.
Sin embargo, afirma que la gran diferencia entre su lucha, desde su humilde comedor, es la enseñanza a los niños de nuevas formas para salir de la pobreza, “tratando de alimentar sus cuerpos, sus mentes y sus espíritus”.
“Les enseño que la educación, el trabajo, el compromiso social y ser rectos en la vida, son las únicas armas que deben portar por el camino que los lleve a cumplir sus sueños. Les aseguro que muchos de los más grandes ya entendieron y los más chiquitos entenderán, pues ellos llegaran a ser personas plenas y a formar familias felices. No peleen contra las injusticias cometiendo más injusticias”, asevera Servián.
En otro momento, pidió que abandonen su forma de lucha, buscando otra forma para construir un Estado más responsable que nos lleve a mayor igualdad social, “pero no más derramamiento de sangre en nuestro suelo guaraní”.
“No más madres, esposas, hijos, hermanos y amigos que lloran la pérdida de seres queridos por causas que ni siquiera entienden. Soy muy critica a nuestros malos gobiernos porque no buscan el bien común y nunca renunciaré a exigir mis derechos como mandante, pero a mi modo y con mis armas, no con las suyas”, subraya.
Finalmente, pidió a los miembros de la banda criminal que liberen a Arlan Fick, secuestrado desde hace 20 días por el EPP.
“Liberen al joven Arlan que hay una familia honesta y trabajadora que llora por su ausencia. Todo reclamo es bienvenido, pero valoremos la vida y que vuelva la paz entre hermanos”, concluye.