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El exdeportista fue condenado por incitar a cometer un hecho punible. El fiscal del caso, Rodrigo Estigarribia, dijo que su carácter de líder de barrabravas fue tenido en cuenta para determinar la reprochabilidad de sus acciones, informó Perla Silguero, periodista de ABC Color.
Durante el juicio se demostró que Báez fue el responsable de grabar el polémico audio de WhatsApp en el que animaba a barrabravas de Cerro a atacar a hinchas de Olimpia en la ciudad de Coronel Oviedo, mismo que se hizo viral y llegó hasta la Policía Nacional.
“Bueno, muchachos, quiero saber cuándo vamos a ir a matar olimperos ahí en Oviedo. Estoy podrido de todos esos olimpistas, tengo ganas de reventarles a todos, uno por uno les voy a reventar ahí y cómo cantan en su musiquita jare; si quieren mano a mano, mano a mano les voy a dar a toditos, puercos de mierda. Soy Aquiles, por las dudas (sic)” dice parte del mensaje que hoy le cuesta una nueva condena.
Diego Tuma, uno de los abogados del condenado, manifestó que el juicio "es un circo, creo que todo estuvo montado desde un comienzo para que sea un ejemplo para las personas que probablemente cometen un tipo de violencia en el fútbol”.
A su criterio, el juicio es nulo porque no se reprodujo la muestra -una entrevista radial- que se usó para compararla con el audio en cuestión y así probar la culpabilidad de Báez. Anunció que apelará la condena con base en este argumento.
Carlos Báez se ganó su popularidad más por la afinidad con la hinchada que por su trayectoria futbolística. Su conducta violenta dentro y fuera de los escenarios deportivos pronto lo convirtieron en un referente de los barrabravas de Cerro.
Tras permanecer prófugo de la justicia por un tiempo, fue detenido el pasado 12 de octubre y enviado a prisión para cumplir su condena de tres años y seis meses por agredir a un seguidor del Club Nacional durante un encuentro deportivo.