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Garay formó parte ayer de una manifestación que se realizó frente a la sede de Unasur en Ciudad del Este. Antes, conversó con radio ABC Cardinal y en la entrevista manifestó su indignación por la clausura de las filiales y carreras de la universidad exigidas por el Cones.
El estudiante contó que existe un marcado clima de indefiniciones y aseguró que entre los alumnos existe una versión de que muchos integrantes del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) tienen intereses en otras universidades y están molestos por el caudal de alumnos que Unasur tiene. Por ello, exigió que las autoridades del consejo “den la cara” y expliquen el por qué de la decisión que tomaron.
En el caso de Garay, detalló que lamenta la posibilidad de perder tres años de su vida estudiantil. Además, detalló que su esposa es también su compañera de clases en Unasur y que está embarazada de nueve meses, a punto de dar a luz, y que esta situación nada ayuda en su estado.
“Queremos una definición inmediata. Cuando averigué en otras universidades me dicen que la Unasur no está habilitada y que tengo que empezar desde cero. Mis años perdidos, mis tres años perdidos, ¿quién me devuelve? Yo apoyé a Unasur, pero es hora de que el Cones dé la cara”, concluyó.
Una serie de incidentes se dieron ayer en la sede central de Unasur, en donde dos grupos de estudiantes pelearon por estar en contra y a favor de las autoridades del centro de estudios. El directivo Arnaldo Decoud dijo que apelarán la decisión del Cones.