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“Nos pronunciamos para declarar las falencias en casi todas las dependencias del hospital”, manifiesta el texto al inicio. La situación llegó a tal punto, que los mismos médicos se tomaron el tiempo para reclamar las condiciones en las que está uno de los centros sanitarios más importantes del país, explicó una de las profesionales.
“Hay prácticamente cero medicamentos desde hace tres meses, pero el déficit en muchas drogas viene arrastrándose desde hace un año”, indicó. Explicó que este es un grave problema, ya que el tratamiento de los pacientes con cáncer depende de los medicamentos. Quimioterapias que deben hacerse cada cierto tiempo son postergadas por meses debido a este problema.
Los que pueden comprar los medicamentos –que son la escasa minoría- tratan de seguir con su tratamiento. “Hay casos en que los pacientes, como las que tienen cáncer de mama, deben comprar una ampolla que cuesta G. 14 millones cada 21 días”, comentó.
Muchos de los pacientes reúnen el dinero recién meses después, por lo que el tratamiento en sí, lógicamente, ya no tendrá el mismo efecto. Otros directamente abandonan. “¡¡¡No hay MORFINA!!!! Sí, un Instituto del Cáncer sin poder dar lo básico para el dolor”, lamentan en el texto.
La falta de insumos, sumada a la cantidad de pacientes que reciben en el Instituto Nacional del Cáncer diariamente, hace que los servicios del hospital estén sobrecargados y por lo tanto, cada paciente debe esperar meses en algunos casos para poder hacerse un estudio básico.
“Un turno para tomografía puede tomar hasta un mes, endoscopías digestivas aún mas… Sin mencionar la ausencia de otros (estudios) más sofisticados, esto hace que los diagnósticos se retrasen por causas que son ajenas a nuestra voluntad. Estos retrasos atentan también con la continuidad de los tratamientos”, explican los profesionales.
El Instituto Nacional del Cáncer es el único lugar en el sector público donde se puede hacer la radioterapia. Inclusive pacientes del Instituto de Previsión Social (IPS) llegan hasta allí para hacerse dicho estudio.
Cada día, llegan cien pacientes que necesitan hacer someterse a la radioterapia. “Debido a falta de mantenimiento, que al parecer no está contemplado en el presupuesto, sufre frecuentes paros, lo que implica que cien pacientes al día dejan de recibir tratamiento”, manifiestan. Todos ellos, deben reagendar sus turnos, lo que puede ser meses después.
Hasta diciembre del año pasado, la limpieza de todo el edificio estaba tercerizada, a cargo de una empresa. Sin embargo, todo un hospital está a cargo de seis señoras, funcionarias del INC, denunciaron. “La basura repartida por todos lados, las salas y baños de los pacientes dan vergüenza”, se quejaron.
Hubo inclusive casos en los que un paciente dejaba la sala, y el que entraba, lo hacía sin que esta se haya limpiado, lo que implica un serio peligro para el enfermo, recordaron los profesionales. Es común ver perros, gatos y ratas recorriendo el interior del hospital, dijeron.
Quisimos conocer la versión del director del INC, Nicolás Aguayo, quien reconoció que muchos de estos problemas existen. Sin embargo, dijo que la mayoría de ellos se deben a dificultades con el presupuesto.
Según Aguayo, desde el Ministerio de Hacienda no daban el dinero como para cubrir todas las necesidades, alegando dificultades en la recaudación. “La salud pública debe ser prioridad, cuestiono al Congreso y al Ministerio de Hacienda que lo consideran como cualquier otro gasto”, arremetió.
Con respecto a los medicamentos, prometió que la próxima semana –entre el martes y el miércoles- ya se contará con los productos, ya que finalmente fueron adjudicados los laboratorios vía licitación.
Con respecto a la limpieza, reconoció que no se renovó el contrato con la empresa. Sin embargo, negó que el edificio y las salas de los pacientes estén sucias. Dijo que hay 14 funcionarios encargados de la limpieza del hospital. “Las limitaciones son muchas, pero hay que trasladarlas al Ministerio de Hacienda”, resaltó.