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Una mujer, madre de siete hijos, cuatro de ellos aún en edad escolar y los demás mayores de edad, cuenta que vivió "desde que tengo conciencia" en la zona del Bañado Sur. Este año, al igual que los últimos tres anteriores, tuvo que mudarse de su casa que "está muy en el fondo" (en la zona más baja), y se instaló en una precaria vivienda, lo más cerca posible. Cuenta que se queda cerca porque los niños van a la escuela en la zona y no quiere alejarse. Ya perdieron una semana de clases por causa de la crecida, aunque los profesores prometieron que tratarían de recuperar el tiempo perdido.
Otro vecino de la zona cuenta que tiene allí su casa desde hace más de cuatro décadas. La suya es una vivienda de dos plantas, así que cuando el agua avanza sube al segundo piso hasta que el agua baje. Incluso, tiene un pequeño bote que le permite moverse por el agua. Alguna vez fue albañil, pero con la edad tuvo que dejar el oficio y ahora con su bote sale de pesca y vive de eso, contó a ABC Televisión. En ambos casos, ninguno piensa en abandonar la zona y aseguran que tampoco recibieron nunca una propuesta de las autoridades para mudarse a otro lugar. Así que, con cada crecida, soportan el trajín y la insalubridad bajo un resignado "y qué le vamos a hacer".