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Amarilla fue una de los que testificaron en contra de Bogado y contó que fue él quien ordenó que la “niñera de oro”, Gabriela Quintana, tenga dos salarios del Estado: uno en Itaipú y otro en Diputados. El legislador quiso culpar a su fallecido esposo, el exdirector de la binacional Franklin Boccia.
“(Bogado) pretende salvarse pasándole la culpa a mi esposo, que por suerte goza de la reputación que Víctor Bogado nunca tuvo ni va a tener (...) Y me tocó ser testigo de eso en el juicio de la semana pasada”, expresó la diputada durante la sesión de este miércoles en la Cámara Baja, de acuerdo a declaraciones captadas por ABC Cardinal.
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Amarilla también dijo que Bogado consiguió “un tribunal a medida”, que solo quiso dejar contentas a las partes y “le consiguió una irrisoria condena de un año a él y a la niñera de sus hijas”.
“El senador Bogado ya no tiene remedio. Es corrupto reincidente. Él no puede seguir ocupando cargos públicos ni electivos. Él tiene que irse, tiene que renunciar”, exigió Amarilla desde la Cámara de Diputados.
La diputada liberal aseguró que “sus pedidos de renuncia son premonitorios. Le pedí al señor (exdiputado José María) Ibáñez y se rió, pero terminó renunciando. Le pedí al contralor (Enrique García) que, en un atropello de soberbia, me trató de burra, pererï (floja), ignorante, y terminó renunciando. El señor Bogado no creo que se atreva a tanto porque no solo es mentiroso, sino cobarde”, sostuvo.
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“Desde acá apoyo a la ciudadanía que está pidiendo su renuncia. Desde acá hago un llamado a los senadores para que terminen de limpiar esa Cámara y hago un llamado desde acá para limpiar con los corruptos que tenemos acá”, concluyó.
La secundó su colega Kattya González, quien dijo que el senador Bogado “le tomó el pelo” a la ciudadanía, que estuvo “expectante que desde el Poder Judicial se sancione con firmeza los hechos punibles de corrupción pública”.
“Víctor Bogado ha timado a la ciudadanía”, manifestó y criticó duramente a los miembros del tribunal Elio Ovelar, Juan Zárate y Víctor Medina. Dijo que ellos “ni siquiera sabían leer y ni siquiera sabía hablar castellano”, pero terminaron “pasándole la mano y enjuagando y prácticamente blanqueando a un político de pura cepa, que más de currículum tiene un prontuario sobre sus espaldas. Es momento que el Poder Judicial entienda y se ponga en consonancia con estos tiempos ciudadanos”, exigió González.
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En el Senado existen dos pedidos formales de pérdida de investidura del senador Víctor Bogado por tráfico de influencia y aplicar así el artículo 201 de la Constitución Nacional. Pese a la condena judicial, existe un fuerte blindaje en torno a él. La Cámara Alta prevé tratar su expulsión recién dentro de 15 días.