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"Caminamos los últimos días por mi libertad. No sé cuántos días, caminamos algunas noches nomás. Quedamos solos y a la mañana pedí un teléfono para llamar a mi papá", relató el más joven de los secuestrados.
"Él estaba bien, muy feliz, muy contento también. Tenía (una herida) por su pierna, no sé qué era; estaba como yo, caminamos los dos juntos bien", agregó sobre la condición de Franz Hiebert, quien es trasladado a la capital para una mejor asistencia médica.
Sobre sus condiciones de cautiverio, dijo que nunca se movieron de lugar y que al menos los alimentaron bien. "De noche yo dormía, nunca estaba levantado. Comimos bien; gracias porque comimos bien", afirmó y agregó: "Yo estaba en un lugar, nunca salí y nunca miraba".
En cierto momento, incluso los mantuvieron con los ojos vendados. "Colocaron uno así para no ver", afirmó al ser consultado. Por el momento, Blatz no hizo referencia alguna sobre Edelio Morínigo, el policía que sigue en manos del EPP.