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El político liberal, en estudios de ABC Cardinal, refirió que desconfía de las encuestas que lo ubican muy por debajo de cualquier otro candidato. "Una campaña no se gana diciendo quién tiene preferencias en una encuesta. Las encuestas se han distorsionado. Siempre hay un problema personal entre Mateo y las encuestas”, expresó.
Afirmó que su candidatura no es testimonial, como se califica. “Yo ya no estoy en edad de hacerme utilizar por nadie”, enfatizó.
Sobre la reelección, expuso que su postura siempre fue en contra de esta figura por cualquier vía, ya sea reforma o enmienda. “Yo me pasé recorriendo el Paraguay desde el 2010, antes que estallara la crisis, estuve en universidades hablando sobre el tema. Mi posición siempre fue contraria”, enfatizó.
Resaltó la influencia de su figura dentro del PLRA afirmando que tiene el apoyo del 44% de los convencionales, además de 11 intendentes liberales del departamento Central.
En cuanto a la presidencia de Horacio Cartes, dijo que “es un gobierno que verdaderamente ha improvisado en todas las áreas, en especial en las que más se jacta: económica y financiera. La salud como nunca está mal, la crisis en educación se ahonda cada día más, los organismos de seguridad no tienen un liderazgo político del Presidente”.
A su criterio, se siguió administrando el país “con el modelo que todos los paraguayos conocemos desde tiempos de la democracia, nada nuevo. No he visto una conducción económica, se puso el ojo en el extranjero esperando que vengan a invertir en Paraguay y nadie lo hizo”.
A diferencia de los otros precandidatos liberales, se define como “un hombre más conciliador” y asegura que podrá construir la unidad del partido. “Un Partido Liberal unido une a la oposición. Soy el hombre que puede unir al partido”, aseguró.
Con respecto a su campaña, dijo que la solventa él mismo, junto con amigos y sus hermanos. Estima que gastará alrededor de US$ 200.000 o US$ 300.000 en total.
Mateo Balmelli cree que la figura de Leo Rubin, su compañero de chapa propuesto por el Frente Guasu, “pluraliza las propuestas” para la presidencia, aunque reconoce que a nivel rural su imagen no es conocida, pero restó importancia a este aspecto.
En caso de triunfar en las generales de 2018, expuso que su política no será la de aumentar los impuestos, sino buscar una manera más equitativa de distribución. “Hay que aumentar la recaudación. Vamos a tener que buscar un nuevo paquete tributario en el Paraguay”, explicó.
También disparó contra el precandidato colorado oficialista, Santiago Peña -de raíces liberales-, diciendo: “Yo no levanto el ataúd de un dictador”.
Su reacción cambió al ser consultado sobre su cercanía con Blas Llano. Afirmó que son amigos, pero se negó a continuar respondiendo sobre el respaldo que recibe del equipo llanista.