Los ayoreo totobiegosode han sumado una nueva denuncia ante la Fiscalía contra Itapotí en la que piden que “de urgencia se tomen medidas efectivas que signifiquen la paralización total e inmediata de los trabajos de construcción de cercas que se realizan dentro del Patrimonio Indígena”, según un comunicado de la ONG.
La organización Gente, Ambiente y Territorio (GAT) explicó que las tierras que la empresa está invadiendo fueron tituladas a nombre de los totobiegosode en 1997 y otra parte por el actual Gobierno del presidente Horacio Cartes en diciembre de 2014.
Las comunidades de ayoreo, que llevan varios años denunciando esta situación, constataron de nuevo, a principios de junio, la presencia de varios cientos de kilómetros de vallas, operarios y tractores introducidos en sus tierras por la firma Itapoti, según GAT.
La ONG aseguró que pese a las reiteradas denuncias, el fiscal Armín Echeguren y el fiscal Andrés Eduardo Arriola de la ciudad de Filadelfia, ante quienes se tramita el caso, “no tomaron ninguna intervención que garantice los derechos indígenas”.
Las tierras amenazadas se localizan en el extremo norte del núcleo del territorio ayoreo totobiegosode, una superficie que integra la región del Gran Chaco, la segunda superficie boscosa más extensa de Suramérica, calificada como reserva de la Biosfera por la Unesco.
El territorio ayoreo es uno de los últimos remanentes de bosques vírgenes en el lado paraguayo del Chaco, un ecosistema único en América, compartido entre Paraguay, Argentina, Bolivia y Brasil, amenazado en la última década por el rápido avance de la deforestación.
Además es un área de certificada presencia de población indígena ayoreo en situación de aislamiento voluntario. Se trata de un caso único en América, pues es el último pueblo indígena fuera de la Amazonía que vive sin contacto con el exterior.
El lugar es utilizado como hábitat y zona de desplazamiento entre Bolivia y Paraguay de indígenas ayoreo totobiegosode en situación de aislamiento voluntario y de grupos de nativos de esta etnia contactados de forma reciente.
“La conservación de estos montes ha sido posible merced a grandes esfuerzos de los ayoreo totobiegosode y la cooperación privada”, aseguró la organización.
“El silencio de las instituciones públicas responsables de garantizar los derechos de propiedad indígena y la protección de la población aislada, configura grave situación de ecocidio y etnocidio en la región”, añadió.
Los miembros aislados del pueblo ayoreo constituyen el último pueblo indígena americano no contactado fuera de la Amazonía y los expertos en medio ambiente y derechos humanos consideran que corre riesgo de desaparecer debido a la presión ejercida por la deforestación y la invasión de sus tierras por parte de empresas ganaderas.