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Carlos Gómez Zelada fue el encargado de oficializar la decisión del ente regulador, luego de una reunión a puertas cerradas en la institución.
“No se viola la Constitución, ni la Ley 642. No se viola ningún tipo de reglamento”, explicó en rueda de prensa al justificar la postura tomada.
Respecto al reclamo de Personal y Vox sobre el espectro de frecuencia, Gómez aseguró que existe suficiente disponibilidad para ello.
“Con respecto a la concentración, no quiere decir que una empresa sea exitosa por esto. La empresa más eficiente pueda marcar tendencia siempre en un marco legal”, refirió.
Confirmó que la autorización de Conatel incluye la transferencia de la licencia y el espectro que poseía Cablevisión.
El titular del ente defendió su decisión al señalar que hay antecedentes en el país y citó casos específicos como la fusión de Hola Paraguay (Vox) con Copaco.
El acuerdo de compraventa entre los directivos de Tigo con sus pares de Cablevisión fue cerrado ya en julio pasado, por un valor de US$ 150 millones.
Sin embargo, para concretar la transacción se necesitaba de la autorización de la Conatel.
La compra de Cablevisión por parte de Tigo era analizada desde hace dos semanas en la Conatel. Las telefónicas Claro, Vox y Personal reiteraron el pedido de transparencia al ente antes de que se confirme la autorización.
El proceso de análisis (para aceptar, o no, la compra) tiene que hacerse de manera pública para evitar todo tipo de arbitrariedades, dijo Francisco Gutiérrez, de la firma Núcleo S.A. Mencionó también que los criterios a ser analizados también debe ser públicos para garantizar que exista transparencia y no se convierta en una arbitrariedad.
Esto está en el reglamento de competencia de la Conatel y, como no hubo respuesta, el pedido fue reiterado este lunes al ente estatal. Gutierrez mencionó que están preocupados por el nacimiento de un superoperador que tendrá acceso a una frecuencia que no podrá ser igualada por las demás telefónicas.