Lo mataron estando acostado

El sargento Aníbal Flores se encontraba acostado cuando recibió los disparos que acabaron con su vida, confirmó el médico forense Cristian Ferreira al finalizar la inspección del cuerpo, luego del extraño suceso entre militares en Concepción.

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Tras la inspección realizada, se constató que el sargento Flores presentaba dos heridas de bala, ambas con orificio de entrada y salida: una, a la altura del hombro derecho, y la que le causó la muerte, que ingresó por la espalda y salió en el abdomen, informó Aldo Rojas, corresponsal de ABC Color.

El forense Ferreira dijo que la segunda herida fue la que lo llevó a la muerte, ya que dañó órganos vitales y causó una hemorragia masiva que no pudo ser controlada.

La revisión del cuerpo y de las heridas de las otras dos víctimas que sobrevivieron, el vicesargento 1° Pablo Díaz y el vicesargento 1° Josué Barrios, confirma la versión oficial del suceso: todos estaban durmiendo cuando fueron atacados por el sargento 1° Francisco Rojas Barrios.

Los heridos solo sufrieron lesiones superficiales y están fuera de peligro, acotó Ferreira. La bala que se extrajo del tórax al sargento Díaz se utilizará para cotejar con el arma homicida.

De acuerdo a rumores, el uniformado sospechoso del ataque habría pasado 60 días recluido en la prisión militar de Viñas Cue por deserción y luego fue restituido. De momento, no se ha informado oficialmente la causa que empujó al sargento Rojas Barrios a atacar a sus camaradas.

 

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