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César Ruiz Díaz, gerente del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), se refirió a la huelga anunciada por las centrales obreras y varios sindicatos para el lunes 21 y el martes 22 de diciembre.
Hasta ahora, solo un sector de los choferes del transporte público es el que prevé acoplarse a la movilización, pero existe temor de que este grupo perpetre actos vandálicos contra sus compañeros no adheridos, a fin de desalentarlos a prestar servicio y -de esta manera- dar la sensación de un “alto acatamiento”.
Ruiz Díaz confirmó que hasta ahora ninguno de los sindicatos del transporte público de la capital comunicó su adhesión a la medida de fuerza. “Ni una sola empresa del transporte público de pasajeros ha hecho la comunicación oficial de que va a huelga; ningún sindicato del transporte público de Asunción está plegado a la huelga”, sostuvo en contacto con radio Cardinal.
Pese a que los trabajadores de las líneas de Cetrapam no prevén adherirse a la medida de fuerza, no está aún confirmado que haya buses en circulación el lunes y martes, debido al temor de actos de vandalismo por parte de los huelguistas. “Nosotros vamos a reunirnos hoy de modo a evaluar cómo se va presentando la situación”, refirió.
Respecto a cuándo la ciudadanía podrá tener la seguridad de que contará con servicio de transporte los días de huelga general, Ruiz Díaz mencionó que tras la evaluación de esta noche, prevén realizar mañana una conferencia de prensa a fin de comunicar oficialmente la decisión.
El transportista garantizó que “nosotros tenemos toda la intención de prestar servicio” pero recordó nuevamente los ataques que sufrieron los buses en la última huelga, el pasado 2 de noviembre. “Debe haber condiciones de seguridad que permitan la circulación de los buses”, apuntó.
Al consultársele sobre cuál sería la tendencia en Cetrapam -de prestar o no servicio la próxima semana- mencionó que “por ahora la tendencia es trabajar el lunes y martes”. “No digo que trabajemos al 100%, pero trabajaremos”, refirió.
Insistió en que la duda obedece al nivel de destrozos que sufrieron las unidades del gremio al circular pese a la huelga. “El equilibrio no funciona acá: tuvimos 200 pabrisas rotos y hubo solo tres detenidos”, recordó al tiempo de recalcar que “algo falló acá y hay que llamar las cosas por su nombre”.
Reafirmó que “tenemos que arbitrar para que esto mejore y llegar a destino sano y salvo, porque la huelga anterior fue un tormento”.
Esta mañana, el ministro del Interior, Francisco de Vargas, hizo un “llamado de atención” a los organizadores de la huelga general y advirtió que la Policía no permitirá actos de vandalismo, así como cierres de ruta, durante la huelga general.
El alto funcionario reconoció que aunque la medida de fuerza del 2 de noviembre fue desarrolla por un pequeño sector de choferes, el impacto fue mayor debido a los ataques contra los buses no adheridos. Se contabilizaron al menos 200 unidades del transporte público que resultaron apedreadas, por lo que quedaron fuera de servicio.