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La Comuna capitalina en realidad cuenta con 31 camiones para realizar la recolección de basura; sin embargo, apenas 16 están operativos. Prácticamente la mitad de la flota está varada y las calles, abarrotadas de basura. Mientras los rodados “duermen” sobre tacos, muchos por falta de respuestos como cubiertas y elásticos, cada día suman las denuncias ciudadanas de distintos puntos de los 28 barrios de la ciudad sobre bolsas que además de “adornar” las veredas, inundan de un nauseabundo olor varias cuadras.
Las autoridades de la municipalidad vienen prometiendo desde hace semanas -principios de diciembre-, la normalización del servicio de recolección, pero la realidad es que las quejas se multiplican de manera exponencial. El problema de la basura en la capital se agudiza desde el mes pasado. Como excusa inicial, las autoridades aseguraron que el inconveniente obedecía únicamente a que los funcionarios de Aseo Urbano peregrinaron hasta Caacupé y garantizaban la normalización del servicio en unos días. De ello ya hace cuatro semanas.
La falta de respuestas continuó durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por lo que la impaciencia ciudadana se acrecentó, según se evidencia en las redes sociales y las denuncias que llegan a través de Crónicas Ciudadanas. En lugar de ofrecer soluciones, el mismo intendente Arnaldo Samaniego -quien aparentemente busca el rekutu- decidió jactarse el pasado 30 de diciembre de haber recolectado 250.000 toneladas de residuos durante el año 2014. Aparentemente, su “logro” no fue suficiente, ya que las calles siguen atestadas de bolsas que están a la dulce espera de ser recogidas.
Ya en setiembre pasado, el concejal Elvio Segovia, del Partido Democrático Progresista (PDP), denunció que el constante problema de recolección obedece a la insuficiente flota operativa, tras lo cual se esconde un aparente negociado, según aseguró. En aquella ocasión, señaló que apenas la mitad de los camiones recolectores funcionaba, debido a que entre 11 y 18 estaban varados por falta de respuestos. La realidad no cambió mucho en los últimos cuatro meses.
La respuesta de los encargados de la Dirección de Aseo Urbano siempre es que no hay suficientes fondos para poner en funcionamiento todos los vehículos varados, varios de los cuales son “carneados” para reparar otros rodados. Segovia había señalado meses atrás que curiosamente “no hay plata para reparar” pero sí para alquilar camiones para paliar el déficit en el servicio ante la cantidad de recolectores descompuestos. “Con este dinero ya se pueden reparar muchos de los basureros; más que una ineficiencia, parece un hecho que se hace adrede”, había denunciado el 17 de setiembre del año pasado.
Cada camión que debe alquilar la Comuna para el trabajo de recolección cuesta al menos G. 250.000 por hora, cuando en realidad al menos se podría ofrecer un contrato por día. El año pasado, la Dirección de Aseo Urbano recibió G. 170.000 millones de presupuesto, pero poco o nada mejoró el servicio y, a juzgar por el número de quejas, se podría señalar que incluso empeoró.
Ayer, funcionarios de Aseo Urbano convocaron a los medios de prensa a una conferencia ante la gran cantidad de denuncias sobre el sistema de recolección. Los trabajadores responsabilizaron a la administración municipal y a la directora de Servicios Urbanos, Stella Azuaga, por la actual situación, ya que -según señalan- al menos 10 de los 15 camiones varados pueden ser utilizados pero siguen en ese estado por falta de autopartes. Lo curioso para muchos es que entre los rodados abandonados sobre tacos están unidades seminuevas y algunas entregadas hace poco más de dos años.