Asumió estando prófugo

Versiones contradictorias indican que Denilso Sánchez Garcete, hermano menor de “Chicharõ” habría jurado como intendente de Capitán Bado. Otros aseguran que Sánchez sólo firmó una autorización por la que delega el corte administrativo del municipio.

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Un hecho que cuanto menos es insólito. Denilso Sánchez Garcete (hermano menor del Carlos Rubén “Chicharó” Sánchez Garcete), sobre quien pesa una orden de captura desde mayo pasado por un caso de lavado de dinero vinculado al narcotráfico, habría jurado el pasado sábado como intendente del distrito de Capitán Bado, departamento de Amambay.

De acuerdo a una publicación en la red social Facebook, Denilso habría prestado juramento de manera particular, sin presencia de prensa o poblador alguno del distrito del que es intendente. La escribana Sara Dolly Duarte fue la encargada de tomarle juramento.

No obstante, en contacto con ABC Color, la escribana aseguró que Sánchez no asumió. Explicó que el documento notarial que firma en las imágenes se trata de una autorización que solicitó para delegar el corte administrativo a otras personas, ya que éste no puede asumir el cargo, debido a que se encuentra prófugo. La profesional no habló del lugar específico donde se concretó la firma, pero confirmó que fue en Capitán Bado.

Grandes dudas se generaron en torno a esta situación, debido a que no se sabía si realmente Sánchez se presentaría para asumir en el cargo. Desde la Justicia Electoral habían aclarado que el mismo tenía tiempo para asumir hasta el 19 de enero y en caso de que no lo hiciera, se debían convocar nuevas elecciones.

Esto se da luego de que tanto la Senad como la Policía aseguraran que Sánchez Garcete sería detenido una vez que se presentara para prestar juramento como jefe comunal. De hecho, toda la campaña proselitista del hoy intendente de Capitán Bado se realizó desde la clandestinidad, debido a que existía una orden de captura en su contra.

Sin embargo, el acto de asunción efectivamente se llevó adelante, pese a la insistente negación de la escribana Duarte, quien se mantiene en que son fotografías viejas, pero se negó a revelar el contenido del documento que aparece firmando el buscado por la justicia. 

Cuando en mayo pasado agentes de la Senad detenían al diputado suplente por Amambay, Carlos Rubén Sánchez Garcete, alias “Chicharõ”, sus intenciones de convertirse en intendente del distrito de Capitán Bado estaban a punto de frustrarse.

“Chicharõ” fue detenido horas después de haber visitado Mburuvichá Róga, la residencia del presidente de la República, donde había intentando conseguir el apoyo del oficialismo colorado de cara a las elecciones internas de su partido. Sobre el político colorado pesaba una orden de captura emanada el 11 de mayo por el fiscal antidroga Marcelo Pecci, en el marco de una investigación por lavado de dinero vinculado al narcotráfico. Un cargo similar al que le costó una condena en la justicia brasileña.

Las posibilidades de que uno de los cinco distritos del departamento de Amambay, limítrofe con el Brasil, quedara bajo su influencia se redujeron aún más cuando horas después era detenido su hermano menor Ardonio, quien había ido hasta la sede de la Senad para tratar de asistir legalmente al legislador suplente.

Finalmente, “Chicharõ” encontró en el menor de sus hermanos, Denilso Sánchez Garcete, una alternativa para seguir adelante con la pugna por ganar la candidatura colorada para la intendencia de Capitán Bado. Los medios terminaron por ponerle a Denilso el alias de “Chicharõcito”.

Como parte de su campaña, Denilso utilizó el eslogan “Tu voto vale doble”, con el que afirmaba que una vez elegido intendente municipal de Capitán Bado haría todo lo posible para ayudar a conseguir la libertad de sus hermanos, actualmente presos.

Sin mayores problemas, Denilso se impuso en las internas coloradas y finalmente el domingo terminó ganando la intendencia de Capitán Bado con un total de 4.193 votos frente a los 2.987 conseguido por su opositor liberal.

Pero hay un (no tan) pequeño problema. Y es que Denilso es actualmente prófugo de la justicia paraguaya y desde hace meses se encuentra en la clandestinidad, al menos para el Ministerio Público. Sobre el nuevo intendente electo de Capitán Bado pesa una orden de captura emanada por el fiscal Marcelo Pecci. Sí, el mismo que investiga a sus dos hermanos por lavado de dinero.

Denilso es investigado por el Ministerio Público por su participación en el supuesto hecho ilícito de lavado de activos. De acuerdo a la hipótesis manejada por la Fiscalía, el ahora candidato colorado a la intendencia de Capitán Bado también habría sido parte de una estructura que se habría beneficiado de bienes que no tienen un sustento patrimonial válido y cuya fuente de ingreso conocida sería el lavado de dinero proveniente del narcotráfico, un hecho que es atribuible a Carlos Rubén Sánchez Garcete, de acuerdo a sentencia dictada en Brasil por el juez federal Odilón de Oliveira en 2010.

Los hermanos Sánchez Garcete no solamente son familiares, sino que también son socios familiares. Denilso es investigado principalmente por sus aportes e integración de capital para la sociedad Norte Porá S.A., que habría sido parte del esquema de lavado de dinero.

De hecho, Denilso no tiene trabajo conocido pero si cuenta con un gran caudal económico.

Para Brasil, de hecho, “Chicharõ” es mano derecha del peligroso capo del narcotráfico Luis Carlos Da Rocha, más conocido como Cabeza Branca, uno de los más grandes narcotraficantes del vecino país.

¿Cómo hizo para ser electo? La cuestión es que aún estando imputado y prófugo, el sistema electoral paraguayo permite que alguien como Denilso sea candidato hasta tanto no tenga condena firme y ejecutoriada. Algo que, en el sistema judicial paraguayo, puede tardar varios años.

Lo cierto es que al momento de presentarse para jurar como intendente de Capitán Bado, Denilso debería ser detenido o por la Policía o por agentes de la Senad. De ser así ¿cómo cumpliría con sus funciones recluido en algún penal?

Un dato no menor es que “Chicharõ” se habría encargado de constituirse en el operador más importante para la campaña proselitista de su hermano menor, aún estando recluido en la penitenciaría de Tacumbú.

De hecho, algunas versiones señalan que el detenido diputado suplente se habría encargado de conseguir el dinero necesario para financiar la campaña de su hermano. El mismo “Chicharõ” publicó que trabajaría desde su celda en Asunción para llevar a su hermano a la intendencia.

El procesado por lavado de dinero tampoco tuvo demasiados problemas para publicar una foto en la que se lo ve festejando la victoria de su hermano en las internas coloradas de julio pasado. Una imagen que le terminaría costando el puesto al director de la penitenciaría de Tacumbú.

Algunos pobladores de Bado señalaron a ABC Color que durante la jornada electoral de las internas, el movimiento que impulsaba la candidatura de Denilso llegó a pagar G. 500.000 por cada cédula y que ya a las 17:00, el mismo “Chicharõ” llamó a una radio local para felicitar al pueblo por la victoria de su hermano.

Por ser frontera seca con el Brasil y por la gran cantidad de cultivos de marihuana que existen en las colonias aledañas, Capitán Bado es considerada una pieza fundamental dentro de la ruta del narcotráfico para llegar a los mercados del vecino país.

De hecho, los cultivos más grandes de marihuana de América Latina son los que se encuentran en las afueras de Capitán Bado. Esto ha generado años de enfrentamientos entre los grandes narcotraficantes de los grupos criminales brasileños Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.

Además, algunos consideran que la marihuana cultivada en tierras del Amambay contiene uno de los mayores porcentajes de alucinógenos, lo que la hace reconocida internacionalmente. En algunos mercados pedir un “Pedro Juan” significa estar buscando droga de alta calidad, más cara y producida en el decimotercer departamento.

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