Peligrosa cortina de humo

Visibilidad cero: Eso muestra el video de un conductor que atravesó una densa humareda por la quema de pastizal sobre la ruta que une Villarrica con Paraguarí. Un hecho similar había ocasionado un mortal accidente en Arroyos y Esteros.

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A las 16:40 de ayer, Benjamín Benítez viajaba junto con otras dos personas en un vehículo desde la ciudad de Villarrica, con dirección a Paraguarí, sobre la ruta que conecta ambas localidades. A unos kilómetros de haber pasado el centro de la ciudad de Ybytymí (Paraguarí) observaron la quema de un pastizal al costado de la ruta, que generaba una densa humareda. Al atravesarla, se dieron cuenta de que el humo era muy intenso, lo que generó temor en los ocupantes del rodado.

“Íbamos a unos 50 kilómetros por hora aproximadamente y cuando cruzamos la humareda bajamos todo a unos 5 kilómetros por hora, por la densidad de la humareda. Nos asustamos muchísimo y teníamos miedo de que suceda un accidente”, expresó Benítez en comunicación con ABC Color. Dijo que al llegar a la zona de la humareda sacó su teléfono celular (era el acompañante del conductor) para grabar todo “en caso de que nos accidentemos”.

Relató que fueron siete segundos de visibilidad cero, lapso en el cual no sabían si detener la marcha, ir a un costado de la ruta o qué otra opción tomar, ya que no tenían idea de qué había frente a ellos, detrás de la cortina de humo. Luego de pasar la zona de humo fueron hasta la comisaría de la ciudad de Gral. Bernardino Caballero, ubicada a unos siete kilómetros del punto de la quema de pastizal, para avisar la peligrosidad de la humareda. “Le pedimos que al menos coloquen conos en la zona”, precisó.

Afortunadamente, casi no había rodados en el momento en que Benjamín Benítez y sus acompañantes pasaron por el lugar. “Por suerte no fue más que un susto y pudimos contar la historia”, concluyó.

Cerca de las 17:00 del pasado 11 de marzo, una quema de pastizal sobre la ruta III “Gral. Elizardo Aquino”, en la localidad de Arroyos y Esteros, específicamente en el kilómetro 88, generó un choque múltiple. El resultado: tres personas fallecidas. En el accidente murieron el médico veterinario Luis Marino Gill Benítez (45), su hermano Artemio Ramón Gill Benítez (51) y la esposa del primero, Olga Elizabeth Acosta Rivas (40), todos domiciliados en San Estanislao. Esta última era prima hermana de la diputada por el departamento de San Pedro Perla de Vázquez (ANR).

Según datos policiales, las víctimas se dirigían a Asunción en una camioneta Nissan Frontier gris modelo 2000, con matrícula ADP 998, conducida por Luis Marino Gill. La intensa humareda de la quemazón se apoderó de una extensión considerable de la ruta, haciendo prácticamente nula la visibilidad para el conductor. Aparentemente, por esta causa, la Nissan Frontier pasó al carril contrario y colisionó en forma violenta con un camión Scania rojo con chapa CCK 348, guiado por Marcelo Benítez.

Casi al mismo tiempo, una camioneta Hyundai Tucson gris plateada con chapa BRL 935, conducida por Karl Martens (46) y que seguía a la Nissan Frontier, la embistió por detrás y a consecuencia del choque este último vehículo quedó aplastado entre los otros dos rodados. El accidente produjo a continuación un choque en cadena que implicó a otros cuatro vehículos que transitaban por la ruta y cuyos conductores no pudieron reaccionar ante el aparatoso choque que estaba frente a ellos, debido a que el humo imposibilitaba su visión.

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