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La intervención se realizó a las 06:00 de este sábado en la vivienda ubicada sobre Eusebio Ayala casi Primero de Mayo, en el barrio Centro de Ypehú, en busca de evidencias vinculadas a la muerte del corresponsal de ABC Pablo Medina.
En el lugar se pretendía encontrar al intendente Vilmar “Neneco” Acosta Marqués, sindicado como uno de los principales sospechosos del crimen ocurrido la tarde del jueves en Villa Ygatimí. Al llegar a la casa, los intervinientes solo se encontraron con uno de los hijos del jefe comunal, quien explicó que su padre está conversando con su abogado y prevé presentarse ante la justicia el lunes.
Durante el procedimiento, los agentes encontraron un teléfono celular mediante el cual se realizó una conversación de un grupo familiar de Whatsapp en que aparentemente se hablaba de ocultar un fusil, aunque los efectivos no pudieron traducir el texto totalmemente debido a que todo está en un portugués muy cerrado. Igualmente, se halló lo que sería un diálogo por mensajes entre “Neneco” y el periodista asesinado, pero aún no se pudo determinar el contenido del mismo.
Ante las sospechas de que en el sitio se encontraba oculta un arma de fuego, los intervinientes procedieron a revisar toda la casa, tras lo cual se encontraron balas de arma de guerra, así como un viejo chaleco antibalas y un pasamontañas. En el sitio llama la atención la cantidad de casquillos de balas de arma corta frente a la vivienda, así como un importante número de latitas de cerverza, reportaron los enviados especiales de ABC Color Lorena Aponte y Carlos Jiménez.
Ya dentro de la casa se encontró la copia impresa de una publicación que hizo el corresponsal de ABC Color en la página web de ABC, sobre denuncias contra el intendente de Ypehú, pero finalmente no se pudo dar con arma alguna, excepto la funda de lo que sería un fusil.
El patio en el lugar es extenso, por lo que alberga varios vehículos, entre ellos una camioneta con chapa brasileña, una ambulancia y un tractor. Sobre el paradero del intendente buscado, no se descarta que el mismo haya pasado hacia el lado brasileño, a la localidad de Paranhos, debido a la cercanía con la línea fronteriza.
A la par del allanamiento en la casa del jefe comunal se realizaron otras intervenciones en dos inmuebles más. En una de las otras propiedades, una estancia también propiedad de “Neneco”, se ingresó igualmente en busca de evidencias, pero no hubo resultado alguno. “Estuvimos en la estancia del intendente de Ypehú, donde pudimos encontrar a un capataz y una mujer, pero no encontramos nada; no hay demorados”, explicó el fiscal Christian Royg a ABC TV.
De los tres procedimientos se incautaron numerosas evidencias -todas de la casa del intendente-, que serán analizadas por los investigadores; sin embargo, las intervenciones no derivaron en detención alguna. En la víspera, durante los primeros cinco allanamientos por el caso, cuatro personas fueron detenidas como sospechosas de estar vinculadas a la muerte de Pablo Medina.
El corresponsal de ABC Color fue emboscado por dos sicarios la tarde del jueves, cuando retornaba de una cobertura periodística, en Villa Ygatimí. Los asesinos se aseguraron de que se tratara del periodista para finalmente efectuar cuatro disparos de arma corta y luego uno de escopeta en la cabeza.
La muerte de Pablo Medina se decidió en una reunión con asado de por medio entre los principales jefes narcos del departamento de Canindeyú, según datos manejados por los investigadores. Aparentemente, los mafiosos estaban molestos por las constantes denuncias que hacía nuestro corresponsal desde la zona.
Hay informes que señalan que la cobertura periodística para el cual fue convocado el periodista en realidad era parte de una celada. Además de Pablo Medina, los asesinos acabaron con la vida de su joven asistente, Antonia Maribel Almada, de 19 años de edad, quien viajaba como acompañante en su camioneta.
En numerosas ocasiones, Pablo Medina manifestó temer por su vida debido a las amenazas del intendente Vilmar “Neneco” Acosta, cuyo nombre es constantemente asociado al narcotráfico y el sicariato. El jefe comunal es hermano del narco capturado en Brasil, Wilson Acosta Marqués.
Pese al temor del periodista, la Policía Nacional le retiró en setiembre de 2013 la custodia que le habían dado años atrás, supuestamente por una "reorganización". El comandante y el ministro del Interior argumentan que necesitaban una orden judicial para proteger a un hombre amenazado.