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El año pasado, tras asumir Mario Abdo la presidencia de la República y Julio Fernández la Dirección Nacional de Aduanas, el general retirado Ramón Benítez se presentó en una oficina que la DNA logró alquilar en el World Trade Center. El excomandante de la FTC venía de una derrota en las elecciones presidenciales y era uno de los tantos que querían un trabajo con el nuevo Gobierno.
“Se presentó como Rambo”, contó este lunes Julio Fernández, titular de Aduanas, en conversación con radio ABC Cardinal. Precisó que Benítez no buscaba específicamente el cargo de director en Detave, sino ser ministro de la Senad, un cargo que ahora ocupa quien lo pilló liderando una supuesta red de coimas: Arnaldo Giuzzio.
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Julio Fernández reconoció que se equivocó y remarcó en varias ocasiones que Benítez no vino “recomendado” por grupo político alguno.
“No hubo influencia política. Quería descansar en una persona con autoridad, poder de mando. Asumo la responsabilidad. No vino a presentarse para ser jefe de Detave, quería ser jefe de Senad. Era mucho más delicado (...) Tenía mis anotaciones y veo a este señor (...) Tenía antecedentes de tomar a la ACA (organización criminal del Norte) y compañía. Le entrevisto, consulto con gente en la que yo confiaba. Al principio comenzó bien”, relató.
El general retirado “comenzó bien” porque los indicadores de recaudación estaban altos tras la asunción de Mario Abdo. Con el tiempo, Fernández dijo que el presidente de la República se molestó porque no se incautaban cigarrillos a pesar de la información de inteligencia que se tenía. Eran cigarrillos importados esencialmente desde la India y otros países que entraban a Paraguay de contrabando.
Abdo dudaba de Benítez, pero el titular de Aduanas le dijo que no tenía pruebas. Entonces, le confiaron más información para tener indicios y atraparlo. Al general retirado le dieron datos sobre el circuito de cigarrillos, pero no había resultados. Allí fue cuando Fernández habló nuevamente con el Presidente y le comunicó que iba a echar al extitular de Detave.
“Los primeros meses fueron muy exitosos, hubo récord, estaba convenciendo su trabajo. Pero al Presidente no le convencía eso del todo porque no estaba capturando cigarrillos en las intervenciones. Le entregué datos al general y no hubo buena reacción. Después empezaron a surgir rumores. El Presidente me pidió cambios y le dije que no teníamos pruebas de que se estaba portando mal”, detalló Fernández.
“(Benítez) incautó 65.000 kilos de azúcar, pero después el cargamento se liberó. A partir de varias dudas más me acerqué al Presidente (para echar a Benítez) y ahí me dijo ‘esperá un rato’, ahí me comentó que había una operación encubierta y que espere”, recordó el director de Aduanas.
Fernández adelantó que en un plazo máximo de tres meses habrá una “cirugía muy grande” en Aduanas y que esto no es consecuencia de lo que ocurrió, sino parte de un plan independiente.
“Va a haber una cirugía muy grande en Aduanas, pero no porque pasó esto sino porque hay un plan. Va a ser traumático, pero no van a pasar tres meses para que esto suceda. Es parte de un plan. Va a ser emocionalmente costoso para mí, pero voy a tener que rodearme de más seguridad para mí y mi familia”, indicó.
El Departamento Técnico Aduanero de Vigilancia Especializada (Detave) prácticamente tiene sus días contados. Ahora ya no está en funcionamiento. Julio Fernández informó que todos los funcionarios serán llamados a Recursos Humanos y que se desvinculará a los contratados. Son más de 60 personas. “En unos días más pasarían todos a disposición de RR.HH. (Ahora está) intervenido por otra persona de otro departamento. Se solicitó a otros organismos del Estado que fortalezcan los controles”, sostuvo.
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Además, unos 50 policías que asistían en las operaciones serán decomisionados. Solo quedarán unos 10 para resguardar los puestos, dijo.
Fernández manifestó que desconoce quiénes son los empresarios y periodistas mencionados por Arnaldo Giuzzio dentro de este esquema de coimas. “No tengo la información, tengo empresarios con problemas y con multas, pero de este tema en particular no tengo los datos. Imagino que son escuchas. No creo que tenga dificultad en difundir, pero no tengo la información”, refirió.
Por último, reconoció que tampoco tiene los nombres de los periodistas supuestamente implicados en el esquema. “Fue una sorpresa para mí cuando en la conferencia de prensa Arnaldo Giuzzio menciona la cantidad de periodistas, incluso, me pregunté si algunos ya se tenían que quedar para la justicia”, concluyó riendo.