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El jefe de Delitos Económicos de la Policía Nacional, Abel Cañete, informó hoy que algunos líderes siguen libres y que serían los responsables de reagrupar a varios de sus miembros. Recordó que tras el último operativo en que que resultaron seis muertos del lado de los asaltantes, se sacó de circulación a 12 miembros. La banda habría estado compuesta en su “mejor momento” por 30 personas, agregó el jefe policial.
Cañete mencionó como uno de los líderes que reagrupa a los “asaltabancos” el nombre de Nelson Gustavo López González (23), alias Yacare Po, quien fue liberado junto a otros dos convictos en una emboscada a un móvil penitenciario en Capiatá, hace algunos días. El hombre fue “rescatado” la mañana del viernes último por un grupo tipo comando, que interceptó a balazos el móvil que venía de la penitenciaría de Ciudad del Este. También escaparon en esa ocasión los reos Cristhian Acosta (37) –quien se entregó ayer– y el brasileño Héctor Wladini Chávez (24).
“Tenemos una base de datos muy importante (…) Hace tiempo que andaban en distintos actos los equipos de trabajo de la Policía Nacional, como Antinarcóticos e Investigación de Delitos; tenemos el cotejo de los datos”, comentó Cañete en entrevista con radio Canal 100. Recordó que López González sería uno de los principales miembros del grupo liderado por el criminal más buscado del país, Amado Ramón Benítez (49), jefe del famoso grupo “asaltabancos”, quien logró escaparse tras la refriega en la que fallecieron seis miembros de su equipo, en San Joaquín (Caaguazú), hace casi una semana.
En aquella ocasión fallecieron: el expolicía Roque Caballero González (37), Venancio Portillo Estigarribia (27), Enrique Ramos (30), Jorge Miguel Garcete Renaut (24) y Edelar Ortiz Montiel (23), quienes eran expertos en armas, y un brasileño identificado como Aba Kerker, que era el especialista en explosivos y el encargado de detonar los cajeros automáticos y cofres de seguridad de los transportadores de caudales que asaltaban.
Una de las “actividades” preferidas por esta megabanda era la explosión de cajeros. A partir de la comisión de varios casos se implementó el “entintado” en las máquinas, lo que deja los billetes teñidos con un material azul o rojo, que invalida los billetes. En ese sentido, Cañete instó nuevamente a la sociedad a denunciar si pasan por sus manos los billetes manchados, de tal manera a determinar el camino de circulación de lo robado.
Aseguró que, en conjunto con la Asociación de Financieras, se acordó que mediante un dictamen de Delitos Económicos la denuncia se eleva a las entidades y se reponen los billetes de las personas que se acercan y denuncian. “Estamos siguiendo, porque en realidad es una cadena. Apenas con una pequeña mancha la gente ya llama y agradecemos la cooperación”, manifestó el uniformado. Reiteró finalmente que es “casi imposible” que la tinta gotee en un cajero sin que este haya sido explosionado o violentado.