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El sacerdote Silvestre Olmedo fue denunciado en setiembre del año pasado por una joven de 20 años por acoso sexual. El cura fue imputado el pasado 28 de diciembre y se encuentra con medidas sustitutivas a la prisión. Además, fue separado de su cargo eclesial.
Pero lo que más llamó la atención en la semana que pasó fueron las declaraciones del arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, quien comparó al acoso sexual con una “piedrita” y al abuso de menores como una “montaña”, minimizando así el caso de la joven. Esto generó una furibunda reacción en varios sectores de la sociedad, incluso dentro del seno de la Iglesia católica.
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Ya en las últimas horas de ayer sábado el Arzobispado de Asunción emitió un comunicado en donde se expresan las declaraciones de Valenzuela. Allí, la máxima autoridad del catolicismo en el Paraguay - solo superado por el nuncio apostólico - se retractó de sus declaraciones luego de varios días. Es más, el jueves dio una conferencia de prensa en donde insistió en que existen “pecados leves y pecados graves”.
“Ante mis expresiones en referencia a la denuncia que involucra al Padre Silvestre Olmedo en la Parroquia de Limpio, como Arzobispo de la Santísima Asunción, quiero decir lo siguiente: Reconozco que no fue del todo correcta la frase utilizada en mi carta a los jóvenes de la Pastoral de Juventud de Limpio, sobre todo por dar pie a otras interpretaciones que crearon confusión por el lenguaje utilizado”, indicó en su nota el arzobispo.
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Cabe destacar que en esa carta, Valenzuela pide también a los jóvenes que frente a casos de acoso o de abuso no se comente sobre los mismos a los medios de comunicación.
“Pido perdón si mi expresión ha sido inadecuada. Afirmo que en ningún caso, fue mi intención minimizar el hecho. Por eso, manifiesto mi profundo compromiso en la promoción de la mujer y sus derechos, impulsando más adecuadamente su lugar en la Iglesia como nos inspira el Papa Francisco. Reitero mi compromiso para la defensa y el respeto a toda persona humana, de manera especial los más frágiles como son los menores de edad”, agregó Valenzuela.
Finalmente, Valenzuela adelantó que el caso de Olmedo, quien reconoció haber tocado los senos a la mujer de 20 años, “tendrá su resultado de acuerdo al desarrollo de los procesos” en el plano canónico y civil.
La defensa legal del padre acusado dice que el contacto entre él y la denunciante “apenas fue un roce” y que rechaza que se catalogue la imputación como coacción sexual, ya que argumentan que no hubo violencia.