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Luis María Argaña salió de su casa ubicada en el barrio Las Carmelitas para dirigirse a su oficina en el centro de la ciudad, a bordo de su camioneta 4x4 Nissan Patrol roja, que estaba al mando de su chofer Víctor Barrios Rey y también los acompañaba el guardaespaldas del entonces vicepresidente, Francisco Barrios González.
Aproximadamente a las 08:30 de ese 23 de marzo, al llegar a la intersección de Diagonal Molas y Venezuela, el vehículo del vicepresidente fue interceptado por un automóvil de la marca Fiat modelo Tempra en el que estaban tres hombres, que descendieron y abrieron fuego contra el vicepresidente y sus acompañantes.
Argaña y su guardaespaldas murieron, mientras que el chofer -quien luego permanecería prófugo por varios años por testimonio falso hasta que se lo atrapen en 2012-, sobrevivió al atentado que conmocionó al país, que llevaba solo 10 años de era democrática después del derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989).
El primero en ser señalado como el autor moral del crimen, y quien pasó varios años en la cárcel por ello hasta que la Justicia lo sobreseyó defintivamente por falta de pruebas, fue Lino César Oviedo (+).
Oviedo era candidato a presidente y Raúl Cubas a vicepresidente, pero Juan Carlos Wasmosy se encargó de truncar su carrera hacia el sillón presidencial, enviándolo ante la Justicia Militar, que terminó condenándolo a 10 años de cárcel por un intento de sublevación en 1996.
Con Oviedo preso, aunque no sería por mucho tiempo, Cubas Grau pasa a ser candidato presidencial y lo acompaña para vicepresidente Luis María Argaña. Luego de asumir la presidencia Cubas liberó a Oviedo en agosto de 1998, meses antes de que se produzca el atentado.
Hasta ahora, más de una década después la Justicia paraguaya no pudo dilucidar quién o quiénes fueron los autores morales del crimen a pesar de que fueron capturados y condenados tres personas.
Uno de ellos, el autor confeso Pablo Vera Esteche, quien fue condenado a 20 años de cárcel y el año pasado fue puesto en libertad condicional, tras haber pasado casi 14 años encerrado. Vera Esteche implicó en el asesinato a Constantino Rodas y Luis Rojas quienes siguen presos.
El magnicidio de Argaña no solo derivó en conmoción, sino además en una serie de manifestaciones que se prolongarían por unos días y que terminó con la muerte de siete jóvenes paraguayos que salieron a las calles en defensa de la democracia el 26 de marzo. De ahí nació lo que hoy se conoce como el Marzo Paraguayo.