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La propuesta fue planteada por el diputado liberal Víctor Ríos, quien pidió que el proyecto de modificación sea tratado sobre tablas. Tras tener el visto bueno de sus colegas, procedió a explicar en qué consiste su iniciativa.
Ríos planteó que se incluyera en el artículo N° 2 de la ley 1600 “Contra toda violencia doméstica” el uso obligatorio de pulseras electrónicas que permitan saber en tiempo real la ubicación del agresor, a fin de evitar que el mismo viole las imposiciones de alejamiento de la víctima y concrete un feminicidio.
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“En los casos en que se ordena la exclusión del denunciado del hogar donde habita el grupo familiar, o en los casos en que se le prohíbe el acceso a viviendas o lugares que signifiquen peligro para la víctima, que el juez imponga además la obligación del uso de un sistema de monitoreo por disposición electrónica de control que permita el conocimiento de la ubicación exacta del ofensor, de modo a realizar un seguimiento y controlar el normal cumplimiento de las medidas de protección en casos de alto riesgo con el objetivo de proteger la vida y la integridad física de la víctima”, este es el texto de modificación que el mismo mencionó.
La propuesta nace tras la experiencia positiva en Uruguay, donde la cifra de feminicidios se redujo a cero con la implementación de dicho mecanismo, según relató el diputado en la sesión ordinaria.
Recordó que pese a los avances legales dados en Paraguay para erradicar el feminicidio, las medidas siguen siendo insuficiente porque el “hombre golpeador” viola fácilmente las imposiciones de un juzgado y “termina matando a su expareja o pareja y a cuanta personas en ese momento esté en compañía de la víctima”.
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Con el monitoreo de la ubicación a través de la pulsera electrónica, se podrá saber cuándo el agresor está cerca de la víctima, avisando a la policía, la cual deberá reaccionar de inmediato, enviando agentes de la unidad más cercana.
Tras ponerse a consideración del pleno, en la primera sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, por unanimidad aprobaron la iniciativa. Con la media sanción, pasa a la Cámara de Senadores para su tratamiento.