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A las 2:00 llegaron los cuerpos de los peones asesinados ayer por el grupo criminal EPP al Hospital General de Santa Rosa del Aguaray, donde el médico forense Pablo Lemir realizó la autopsia. El propio fiscal Joel Cazal, acompañado de elementos de la Fuerza de Tarea Conjunta en vehículos blindados, llegó hasta la estancia “El Ciervo”, donde fueron asesinados los dos peones y transportaron los restos.
Uno de los peones es Nery Javier Peralta, de 23 años. Su padrastro, Efrén Pavón, relató en guaraní que se enteró de todo lo que ocurrió mediante los noticieros. Sobre si su hijastro recibió alguna amenaza en estos días, dijo que no le había comentado nada. Peralta se desempeñaba como recibidor y también cortaba madera.
Sobre esta situación, señaló que Peralta había recibido recientemente una vivienda por parte de la Senavitat, donde vivía con su familia. Ahora deja huérfanos a dos niños pequeños. Pavón agregó, angustiado, que resulta difícil estar en la zona por este tipo de hechos porque matan a la gente que quiere trabajar.