Menor de 15 años sufrió también abuso sexual

La fiscala Sandra Díaz confirmó que la menor de 15 años torturada por su patrona también fue abusada sexualmente y adelantó que ampliará la imputación contra Rosa Delvalle y su pareja Anderson Ríos, quienes siguen prófugos.

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En prosecución del caso de tortura, maltrato y -ahora confirmada- violación a una menor de 15 años se realizaron varios allanamientos para dar con el paradero de la pareja conformada por Rosa Delvalle y Anderson Ríos. Sin embargo, siguen prófugos, dijo la fiscala Díaz.

Los allanamientos se ejecutaron en una casa ubicada en las calle Tuí Para entre Tuyuyú y Ricardo Pocket, propiedad de Mario Delvalle (padre de Rosa), y otra que era alquilada por el hombre, situada en la calle Corochiré entre Avda. Mainumby y Jeruti, en Pedro Juan Caballero.

“Se incautó de dinero, teléfonos e incluso marihuana que serán sometidos a peritaje”, dijo la agente fiscal a 780 AM, que imputó a la pareja por lesión grave, tentativa de homicidio y tortura.

Ahora cuenta con elementos que sindican que la adolescente también sufrió agresión sexual y adelantó que con éstos también imputará por coacción sexual a Delvalle y Ríos. Paralelamente, la fiscala Teresa Martínez los imputó por trata de personas, informó la periodista de ABC Televisión Flavia Borja. 

Las quemaduras en la boca, esófago y estómago que sufrió la menor a consecuencia de haber ingerido soda cáustica siguen sin sanar, según el Dr. Carlos Báez, jefe médico del Hospital del Trauma, por lo que aseguró que su prioridad actual es poder alimentarla por otras vías. “Ahora, nuestro objetivo es alimentarle, no por sonda ni por la boca, sino por otros procedimientos”, indicó en diálogo con ABC Cardinal.

Explicó que barajan dos maneras de hacerlo, lo cual en ambos casos se logrará a través de una cirugía que están preparando: “Nutrición parenteral total o yeyunostomía, que consiste en alimentarla a través del intestino”, especificó.

Dijo que estas heridas internas no sólo le impiden alimentarse, sino también hablar correctamente, porque hacerlo le produce dolor. “Le dificulta mucho hablar; siente dolor incluso para articular las palabras”. Además, dijo que está muy dañada psicológicamente. “Se muestra muy temerosa ante la gente que entra en la sala”, precisó.

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