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María Gloria Evangelista Viuda De Scura y el ciudadano belga Marc Gaston Henri Boydens fueron acusados de coautores de procesamiento ilícito de desechos, exposición a personas a lugares de trabajo peligrosos y comercialización de alimentos nocivos. La Fiscalía pidió que el caso sea elevado a juicio oral y público.
El acta de acusación sostiene que la propietaria y el administrador de Don Vito (tradicional), en fecha 26 de agosto habrían incurrido intencionalmente y con ánimo de lucro en prácticas insalubres dentro del proceso de producción de empanadas y otros productos, lo cual derivó en alimentos nocivos para el consumo humano que eran comercializados directamente al público en el local comercial, situado en Julio Correa y Sargento Primero Manuel Benítez e incluso a través de vendedores tercerizados cuyo campo de comercialización se extendió al área central.
Este descubrimiento fue posible gracias a exempleados de la firma que difundieron videos y fotografías en la que se observaba cómo el área de trabajo estaba plagada de ratas, incluso entre las empanadas aún no freídas. Las bandejas que servían para almacenar el producto eran usadas por las ratas como nidos.
La intervención de las autoridades luego de esta denuncia demostró que los acusados autores eludieron normas técnicas relativas al manejo y procesamiento de desechos, que a su vez contribuía a aumentar las condiciones de insalubridad. También omitieron normas técnicas relativas a la seguridad de sus empleados, con la única finalidad lucrativa de comercialización.
Documentos confiscados revelaron facturas y notas de pedido que confirman la venta y distribución a sucursales de sus productos, empanadas y croquetas, entre otras, en condiciones visiblemente nocivas para su consumo.
El Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), a través del análisis de varias muestras tomadas, concluyó que “la empresa se encontraba operando sin la implementación de las Buenas Prácticas de Manufactura, BPM, generando un ambiente inadecuado para la elaboración y manipulación de alimentos”. El informe agrega que ni siquiera la materia prima era apta para el consumo humano, pues contenían coliformes superiores a los límites permitidos y bacterias tipo E-Coli, Estafilococos Cuagulasas Positivas y Cronobacter Sakazaquii, entre otros.