Acoso fue “solo un roce”

El abogado del sacerdote Silvestre Olmedo, quien reconoció haber manoseado a una joven de 20 años, afirmó que la fiscalía tipificó mal el caso. El cura está procesado por coacción, y su defensor dice que para ello tuvo que haber violencia.

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“Para que haya coacción, debe haber habido violencia, una fuerza imposible de desvirtuar. No hubo coacción, no hubo violación. El Ministerio Público tomó evidencias que no corresponden”, dijo el abogado Luis Barrios, defensor de Silvestre Olmedo, en conversación de este viernes con radio ABC Cardinal.

El defensor del cura se mostró impreciso a la hora de justificar las acciones de Olmedo y dijo que no le corresponde juzgar su actuar, sino la aplicación correcta del derecho para su defensa. “Es descabellada (la imputación por coacción), una aberración jurídica”, sentenció.

En relación con el reconocimiento que hizo Olmedo de haberle tocado los pechos a la joven denunciante, insinuó que aquello “fue solo un roce”. “En nada se puede comparar al tipo penal en el que se enmarca el Ministerio Público”, dijo.

“No quiero llegar al extremo de que la denunciante esté mintiendo, pero el Ministerio Público no logró entender la acusación de la víctima. A leguas se nota que el Ministerio Público hizo esta imputación con tal de dar satisfacción a la sociedad”, opinó.

Finalmente, el defensor incluso llegó a decir que el abrazo que se dieron víctima y el cura fue “un abrazo a lo lejos”. El cura está imputado desde el 28 de diciembre pasado con medidas especiales.

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