Abuso dentro de la familia

En un solo día surgieron dos denuncias sobre abuso sexual a niños de solo dos años. En ambos casos, los sindicados como autores son familiares de las víctimas. De hecho, los parientes encabezan la lista de “abusadores” según registros.

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La Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA), lanzó en junio unas estadísticas de las denuncias reportadas a través de la Fonoayuda gratuita. La figura del padrastro encabeza la lista de denunciados por abuso a niños y adolescentes, seguido de otros familiares, según este relevamiento. Los abusos pueden ser verbales (insultos, maltratos) o físicos (golpes, violaciones, manoseos).

El “padrastro” es el más denunciado, con un 18%. El siguiente es el “vecino” (15%) y en tercer lugar está el “padre” del niño o adolescente (13%). Completan la lista varios familiares, como los tíos, abuelos, primos y hermanastros. También vemos que algunos perfiles no guardan relación de parentesco con la víctima, como los “conocidos”. Las figuras femeninas no aparecen en la lista de “abusadores”.

Ayer, se denunciaron dos casos de abuso sexual, al menos a través de los medios de prensa. El más llamativo, fue el caso de un agente de la Policía Nacional que fue denunciado por su esposa, por haber abusado supuestamente de su hijo de tan solo dos años. Médicos ya confirmaron que el menor tiene signos de haber sido abusado sexualmente. El supuesto autor ya se encuentra detenido.

El segundo caso se dio en el interior. Se detuvo ayer a un hombre en la ciudad de Yegros, acusado de ser responsable de la violación de su propia hija que ni siquiera tiene dos años de edad, según datos proporcionados por efectivos policiales de la comisaría jurisdiccional. También en este caso, la niña fue llevada por su madre al hospital local para ser atendida. Se constataron signos de violación.

Los niños víctimas de abuso presentan generalmente los mismos signos, como decaimiento y retraimiento, entre otros comportamientos, comentó la psicóloga Gabriela Casco. Los adultos que están en el entorno del niño, ya sean familiares, vecinos o profesores, deben tener en cuenta estas características, ya que solamente ellos podrían denunciarlos, porque generalmente los adultos más cercanos son los principales sospechosos. Hay que prestar atención a:

- La depresión.

- El decaimiento.

- Retraimiento del entorno.

- Bloqueo emocional, es decir, le cuesta expresar lo que siente.

- Confusión con respecto a quién le hace daño y quién le quiere.

- Comportamientos violentos: generalmente tienden a maltratar a sus pares.

La profesional hizo especial hincapié en el hecho de que en sociedades como la nuestra hay una especie de “aceptación social y cultural” de los abusos, ya sean físicos, sexuales o psicológicos, hacia el sector de los niños y las mujeres. Es decir, algo que es grave, daña a la persona y es contra la ley está prácticamente “naturalizado”. “Parece ser que se tiene el pensamiento de que ‘esto pasa nomás luego’. Esto no puede seguir así”, dijo.

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