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Minutos antes de las 16:00 el exrector de la Universidad Nacional de Asunción, abandonó la cárcel de Tacumbú, donde estuvo recluido desde el 1 de octubre pasado y se dirigió a la sede judicial.
Sonriente, como en cada aparición ante cámaras, pero esta vez con suficientes razones: el juez penal de garantías, Alcides Corbeta, ordenará su libertad ambulatoria. Una vez en el Palacio de Justicia, fue recibido por su hermano, con quien se fundió en un abrazo. Peralta estuvo en el Penal de Tacumbú casi tres meses, ya que soporta un proceso por lesión de confianza en el marco de la investigación por corrupción en la UNA.
El exrector ya había solicitado medidas sustituvas a la prisión, sin embargo el pedido había sido rechazado. Al día siguiente apelaron la decisión y volvieron a solicitar la salida del docente, que renunció ante la ola de protestas que se generó en la UNA, tras descubrirse casos de corrupción, el primero de ellos, el de su secretaria que ganaba un millonario sueldo.
Su hermano Nelson Peralta dijo que no existió hecho punible y que su hermano terminó en Tacumbú por la presión ciudadana, que fue propiciada por la prensa, que instó a los jóvenes a que no se callen. Aseguró que el daño que se le hizo a su hermano es tremendo. Acotó que en la UNA hubo un problema interno y que eso le costó el cargo a su hermano.