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El 31 de mayo de 2013, exintendente de Tacuatí fue encontrado acribillado por balas del grupo criminal EPP, que el 31 de julio de 2008 ya había secuestrado a Lindstron a quien lo liberaron tras un millonario pago.
Sin embargo, ya estando libre Lindstron era víctima de constantes extorsiones de parte del grupo criminal, que se pasea con total impunidad por la zona, pese que el sitio está lleno de agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC). La gente que conocía bien la historia contó en reiteradas ocasiones que los miembros el EPP iban a buscar dinero que obligaban al ganadero a pagar.
Al parecer, en una de esas veces Lindstron -cansado de tanto abuso- decidió cortar de raíz con esto y fue eso lo que enfureció a los líderes de esta gavilla de secuestradores y asesinos, que marcaron para el 31 de mayo de 2013 la muerte del exintendente. Al estilo de la mafia, ese viernes esperaron a que el vehículo de Lindstron entrara al camino que lleva a la estancia Paso Itá y dispararon varias veces y desde varios ángulos.
La camioneta del ganadero se salió del camino y chocó contra un árbol. La víctima acusó heridas de bala, pero con la poca fuerza que le quedaba salió del móvil y casi arrastrado intentó huir, pero los pistoleros ya lo rodearon y aseguraron su mortal misión. Le pegaron varios balazos y un “tiro de gracia” en el rostro con un fusil calibre 5,56, que le desfiguró el rostro.
Si bien con el correr de las investigaciones hubo varios detenidos y tres imputados por el asesinato, el hecho dejó un mensaje de terror en la zona y fue que el EPP hace “justicia” cuando quiere y no le teme a las fuerzas desplegadas en la región. Lastimosamente estos mensajes escritos con sangre no paran y muchas personas inocentes ya cayeron bajo las balas asesinas de estos criminales.