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El camino vecinal desde entonces se encuentra literalmente intransitable. Los docentes de la institución educativa y funcionarios del local sanitario, así como pacientes, deben dejar sus automóviles y motocicletas a unos mil metros y continuar a pie en medio del barro y agua, según los relatos.
El trayecto vial une el barrio Centro con los barrios Loma y Santa Teresita. Asimismo en el sitio están instaladas cinco olerías artesanales, cuyos propietarios no pueden sacar sus productos para cumplir con los pedidos de los clientes.
En algunos casos tienen que recurrir a tractores para que puedan estirar los camiones cargados de ladrillos que quedan empantanados en el barro.
Los lugareños expresaron que hace más de 20 años solicitaron la construcción de un camino de todo tiempo, pero no tienen respuesta.
El intendente Eladio Girett (colorado cartista) señaló que no cuenta con recursos suficientes para la reparación del tramo rutero, por lo que recurrió al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para arreglar el camino.
La directora del colegio Gladys Elena González también envió el 16 de febrero pasado similar pedido a la cartera de Estado.
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