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El caso más representativo para las nuevas generaciones corresponde al exsenador Víctor Bogado (ANR, cartista), sentenciado por el caso de la “niñera de oro”.
Previamente desaforado y expulsado por sus colegas parlamentarios, Bogado obtuvo una ínfima condena en mayo de 2019, pero mediante chicanas del criminal, la pena no quedó firme hasta el 7 de diciembre último.
Asesinato
Hoy en día pocos recuerdan el caso del entonces diputado Dionisio Chilavert (PLRA), quien fue desaforado y condenado en 2003 a 10 años de cárcel por asesinar a su sobrino en enero de 2002, cuando estaba totalmente borracho. Desde que ocurrió el crimen hasta que fue imputado pasó casi un año.
En diciembre de 2009, el exparlamentario volvió a ser apresado en la vía pública cuando utilizaba un “permiso especial para salir de la cárcel”, pero que llevaba vencido un año.
Apresados
En enero de este año, antes de la pandemia de covid-19, ocurrió que un total de tres legisladores del periodo vigente se encontraban presos. En ese entonces estaban recluidos los diputados Ulises Quintana y Miguel Cuevas, del oficialismo colorado. Ambos recuperaron la libertad, en lo que aparenta ser el resultado del pacto “Operación Cicatriz” en la ANR y siguen gozando de la investidura gracias a la protección de sus colegas.
Al inicio de este año también estaba preso el hoy condenado Óscar González Daher (ANR, cartista).
La crisis del Marzo Paraguayo, de 1999, también derivó en que numerosos legisladores fueron presos –temporalmente– y ninguno fue condenado. Este suceso se inició con el asesinato del entonces vicepresidente Luis María Argaña, siguió con la masacre de manifestantes frente al Congreso.
Enrique González Quintana (ex-Unace) estuvo preso dos años y dos meses.
Fue electo para el periodo 1998-2003; sin embargo, lo desaforaron en 1999. Fue sobreseído en 2008.
José Francisco Appleyard, exsenador oviedista, estuvo casi 3 años privado de su libertad.
Octavio Manuel Gómez (ANR) tras los sucesos del Marzo Paraguayo fue separado del Senado; estuvo privado de su libertad y fue procesado.
Blanqueados
Por otro lado, el actual Senado aún encubre a Javier Zacarías Irún (ANR, cartista), fue blanqueado por la Justicia pese a las evidencias en so contra sobre desvío de fondos en Ciudad del Este.
Dionisio Amarilla (PLRA) fue expulsado del Senado, pero la Fiscalía nunca definió la investigación en su contra por presunto enriquecimiento ilícito.
En Diputados, José María Ibáñez (ANR), aunque renunció en 2018, evitó una condena aceptando la suspensión condicional del procedimiento en donde admitió el fraude de sus “Caseros de Oro” (pagados con dinero público) para evitar un juicio oral.
Carlos Núñez Salinas (ANR) evitó ser procesado por contrabando con una manito de la Corte Suprema. Otros diputados están en la mira de la Justicia, pero en camino al blanqueo, como los liberales Carlos Portillo (coima) y Teófilo Espínola (Caso Yore); y los colorados Tomás Rivas (caseros de Paraguarí) y Esteban Samaniego.
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