“Acabo de hacer uso de mi derecho cívico de anotarme como autocultivador. Es un paso histórico para quienes luchamos desde hace muchos años por la desregulación del cannabis ” , destacó Juan Vaz, portavoz de la Asociación de Estudios del Cannabis que tiene mas de seiscientos socios.
Vaz fue el primer cultivador doméstico en presentarse hoy en las oficinas centrales del Correo Uruguayo, lugar elegido por el Gobierno para facilitar el registro. Para la inscripción, que no tiene coste, se necesita presentar la cédula de identidad, aportar una fotocopia de la misma y una constancia de domicilio o factura de servicio público a nombre del interesado.
La idea es “tener de forma legal en mi casa” las “seis plantas” que autoriza el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) de acuerdo a la nueva reglamentación, agregó. Para Vaz, casado y padre de tres hijos, esa cifra es “arbitraria” y por ello para las organizaciones defensoras de la “marihuana libre” la “lucha continúa” en la búsqueda de la “normalización total” del cannabis.
A partir de la inscripción, el IRCCA dispone de 30 días para autorizar el cultivo doméstico y emitir la licencia correspondiente, que tendrá una vigencia de tres años.
Según señala la ley, solo podrán ser titulares de un cultivo doméstico las personas físicas capaces, mayores de edad, ciudadanos uruguayos naturales o legales, o los residentes permanentes en el país.
La reglamentación señala que las personas registradas tras recibir la habilitación del IRCCA podrán cultivar en su vivienda “hasta seis” plantas hembras de marihuana “para uso recreativo personal o compartido en el hogar”, sin que la cantidad de droga cosechada “supere los 480 gramos anuales”.
La nueva legislación, aprobada el 10 de diciembre e impulsada por el presidente uruguayo José Mujica, ha generado polémica a nivel internacional y nacional, al establecer taxativamente el “control y la regulación por parte del Estado de la importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización, distribución y consumo de la marihuana y sus derivados”.
Mujica ha señalado en varias oportunidades que lo que busca es una “alternativa” para luchar contra el narcotráfico a la vista de que por la vía de la represión “la batalla está perdida en todo el mundo y desde hace tiempo”.