Los macacos, según relató la página de internet china Air Force News Web, han sido aleccionados para destruir nidos en los árboles cercanos y ahuyentar a los pájaros, que se habían convertido en un dolor de cabeza en los despegues y aterrizajes de los cazas en la base, cuya localización exacta no fue revelada.
La base lo había intentado prácticamente todo contra las aves, desde uso de fuegos artificiales a espantapájaros o incluso armas de fuego, pero nada demostró ser tan eficaz como los monos, que la web militar denomina jocosamente como “la nueva arma secreta del Ejército chino”.
Los macacos responden con obediencia de recluta a los silbidos con los que sus entrenadores les dan órdenes, y ya han sido capaces de destruir más de 180 nidos de las cercanías de la base, a un ritmo de unos seis nidos por mono.
No es, desde luego, el primer ejército del mundo que utiliza animales domesticados en cuerpos de elite: Estados Unidos, recordaba el diario Washington Post al hacerse eco de la noticia, emplea delfines en misiones de detección de minas.
Los principales ayudantes de los ejércitos del mundo, en todo caso, son los perros, e incluso en una de las operaciones más delicadas de la Historia, la que acabó con el líder de Al Qaeda Osama bin Laden, contó con la participación de uno de ellos, un pastor belga llamado “Cairo”.