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Fue la empresa Primo Cano Martínez SA la pionera en la explotación de gas en el Paraguay. Esta compañía en 1993 corroboró que bajo la gruesa y árida capa del Chaco se encuentran yacimientos de gas natural.
A partir de allí, otras empresas internacionales siguieron el sueño de hallar gas en Paraguay y explotarlo para uso interno y comercialmente.
Desde ese entonces, han pasado 19 años y aún el Paraguay no puede explotar su propio yacimiento, sea por la falta de inversión o por la burocracia. Esto hizo que las dudas en torno a la veracidad de la información se extiendan, creando incluso desazón y prejucios.
Ahora con las nuevas tecnologías y más empresas compitiendo en el mercado, la posibilidad aumenta, incluso con el Estado a favor de la búsqueda de esta preciada fuente de energía, a través del Viceministerio de Minas y Energías, que entre otras cosas, prometió desburocratizar los procesos para acelerar la búsqueda.
A esta posibilidad se suma otra de mayor magnitud denominada “Shale gas” (gas de esquisto) consistente en una de las mayores fuentes de gas, superiores aún a los yacimientos de gas convencional.
Estados Unidos publicó en el 2011 un estudio donde señala que bajo toda la superficie paraguaya existe una amplia extensión de esta capa de piedras esquistos donde se encuentran depositadas miles de millones de pies cúbicos de gas natural, esperando ser explorados.
Este material tiene como finalidad actualizar cuál es la posibilidad de que Paraguay pueda tener su propia planta de producción de gas natural, además de petróleo, y qué tan avanzados están los trabajos para llegar a ese sueño.