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Catorce personas sufrieron lesiones, tres de ellas de gravedad, en un atentado con bomba ocurrido en un restaurante de una galería contigua a la Estación Militar del metro de Santiago de Chile, el más grave ataque de los últimos 24 años y que se produce a menos de 72 horas de otro aniversario del golpe militar en este país. El explosivo era una bomba, fabricada con un extintor relleno con pólvora negra y un temporizador.
En el lugar, casualmente se encontraba la compatriota Luz Gamarra, oriunda de Caazapá, que reside en el país trasandino desde hace un año y un mes a donde fue en busca de mejores condiciones de vida junto con su pareja.
La joven, ya recuperada tras el susto, accedió a conversar con ABC Color desde su hogar, en la comuna La Florida, ubicada en el sector suroriental del Gran Santiago.
“Fue una situación inexplicable, todo ocurrió muy rápido. Estaba comprando unas comidas rápidas y detrás mío fue la explosión, fue todo muy fuerte, me asusté mucho porque todo el mundo estaba en el piso, yo fui la única que quedé parada”, rememoró aún con un dejo de temor en su voz.
En otro momento reveló que está embarazada y según presume, esa situación fue la que por instinto hizo que corriera del lugar de los hechos y se dirigiera a un centro asistencial, pese a estar consciente de que su pareja también se encontraba en peligro. “Salí corriendo las escaleras y me caí porque no tenía más fuerzas (...) Fui al hospital por mi cuenta porque en ese momento no sentí nada por el susto”, aseguró.
Indicó que al comienzo pensó que toda la estación había volado a pedazos: “Al comienzo pensé que hubo muchos muertos por el fuerte sonido y me quedé helada; más aún al escuchar a la gente pidiendo auxilio. Mirando detrás mío no veía a nadie, sólo el humo y cosas rotas que iban hacia arriba y fue cuando salí corriendo por la desesperación”, comentó.
Subrayó que “gracias a Dios” tras la atención en el hospital le dijeron que su hijo se encontraba bien, como así también su pareja -que se encontraba en un sector donde el efecto del siniestro no llegó.
El impacto de la detonación arrojó a la mujer contra una mesada del puesto de comidas donde se encontraba. Respecto a su estado de salud acotó: “Tengo quemaduras leves en la espalda, producidas por el impacto de la explosión, pero estoy bien”.
Pese a la situación vivida y considerando que el gobierno calificó el hecho de un “atentado terrorista” -aunque ninguna organización se haya atribuido el ataque- la joven dijo que aún considera que Chile sigue siendo un lugar seguro para vivir. En cuanto a la calidad de vida, sostuvo que una vez que se tiene un trabajo “se gana y se vive bien”.
Nacida en Caazapá, Luz Gamarra (28) reside actualmente en la capital chilena desde hace un año y un mes, a donde acudió en busca de mejores condiciones de vida. Explicó que fue a Chile debido a que su pareja tiene a una hermana viviendo allí desde hace muchos años, por lo que decidieron ir a “probar”. Antes de ir a Santiago, relató que vivía con sus familiares en la ciudad de Ypané, donde se mudaron cuando ella contaba con 12 años. En Chile, se dedica junto con su pareja al rubro alimenticio, según contó: “tenemos un puesto de churros que se llama Churros Riso Producciones”.
Mientras tanto, a un día del hecho, la presidenta socialista Michelle Bachelet dijo que la seguridad fue reforzada para garantizar que Chile, una de las economías más estables de la región, se mantenga como un país seguro tras el peor atentado desde el retorno a la democracia en 1990.