“Lo que hemos estado negociando es un acuerdo que cumple con lo que votó el pueblo británico”, afirmó May ante la Cámara de los Comunes, donde partidarios y opositores del Brexit le reprochaban haber alcanzado “un mal acuerdo”.
Los defensores de una salida británica de la Unión Europea en el seno del Partido Conservador de May acusaron a la jefa del gobierno de haber hecho concesiones inaceptables a Bruselas, con quien la primera ministra quiere mantener una estrecha relación.
El 23 de junio de 2016, en un referéndum que se saldó con 52% de votos a favor y 48% en contra, los británicos decidieron poner fin a 43 años de integración en la Unión Europea.
Un portavoz de la primera ministra anunció el martes por la noche que, tras contactos maratorianos, los negociadores británicos y europeos alcanzaron “un proyecto de acuerdo” sobre los términos de la salida de Reino Unido del bloque, prevista el próximo 29 de marzo.
Para seguir adelante, el texto necesita la aprobación del gobierno británico, que se reúne el miércoles por la tarde. Sin embargo, el gabinete ha aparecido recientemente muy dividido sobre la cuestión, varios ministros euroescépticos y proeuropeos dimitieron en los últimos meses debido al Brexit y se teme que más puedan seguir.