Rebeldes sirios mataron a 190 civiles, según HRW

EL CAIRO. Grupos rebeldes sirios mataron al menos a 190 civiles y tomaron como rehenes a 200 en una ofensiva el pasado agosto contra poblaciones alauíes de la provincia de Latakia (noroeste), denunció Human Rights Watch (HRW).

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Los abusos cometidos durante esta campaña contra localidades partidarias del régimen sirio se pueden considerar crímenes de guerra y contra la Humanidad, según un informe de esta organización, de 105 páginas.

Una veintena de grupos insurgentes participaron en la ofensiva y al menos dos de ellos, el Estado Islámico de Irak y del Levante (vinculado con Al Qaeda) y Yeish al Muhayirin, tienen todavía en sus manos a los rehenes, la mayoría mujeres y niños.

HRW también cita entre los rebeldes que cometieron los crímenes a combatientes de los extremistas Frente al Nusra y Ahrar al Sham, en un ataque “planeado y sistemático contra la población civil”.

El texto precisa que de los 190 fallecidos, al menos 67 fueron asesinados de forma “ilegal”. La mayoría presenta numerosas heridas de disparos y puñaladas, y algunos están decapitados.

Los rebeldes irrumpieron el pasado 4 de agosto en unas diez localidades alauíes, la confesión del presidente sirio, Bachar al Asad, y tras intensos combates las fuerzas gubernamentales retomaron el control de la zona el pasado día 18.

Familias enteras fueron ejecutadas y entre los muertos hay al menos 43 mujeres, menores y ancianos, de acuerdo a las investigaciones de HRW. Un residente de la zona relata como su padre, de edad avanzada, y su tía ciega fueron asesinados en sus camas, mientras él y su madre huían de la casa.

La operación tuvo una “clara motivación sectaria”, afirma HRW, que señala en su nota el asesinato de un jeque alauí y la profanación de la tumba de un religioso.

Latakia, en el noroeste de Siria, es uno de los bastiones del régimen de Al Asad y de la minoría alauí, mientras que los grupos rebeldes que participaron en esta operación son suníes. HRW pide a todos los países que tienen influencia en los grupos opositores armados de Siria que les presionen para que pongan fin a sus “ataques indiscriminados y desproporcionados” contra los civiles y dejen de financiarlos y armarlos.

La organización recuerda, además, que también ha documentado crímenes y de guerra y contra la Humanidad cometidos por las tropas del régimen sirio, y pide que se presente a sus culpables ante la justicia internacional.

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