Una situación que dijo que se ha ganado por sus propios medios “con esfuerzo y con paciencia, combinando la necesaria austeridad y políticas propias de crecimiento económico y cohesión social”.
Estimó que la experiencia latinoamericana “es un relato positivo y constituye un mensaje de esperanza”.
Rajoy consideró que si América Latina es una oportunidad para Europa, la UE también lo es para esa región, ante lo que invitó a sus empresas a que aumenten su presencia en España y en todo el continente europeo.
“La inversión latinoamericana es acogida con los brazos abiertos”, señaló el presidente del Gobierno español, y recordó que España y la UE cuentan con un marco de seguridad jurídica, que debe ser “un valor compartido y respetado en ambas regiones”.
Para el jefe del Ejecutivo español, “la inversión es crecimiento y empleo, la seguridad jurídica es su nutriente, y el incremento de la renta es su fruto”.
Rajoy, que no hizo en ningún momento referencia expresa a contenciosos como el que existe con Argentina por la expropiación de la petrolera YPF, señaló que la UE es el mayor mercado único del mundo y supone el mejor potencial para las exportaciones.
Tras destacar los resultados de los diversos acuerdos entre la UE y los países latinoamericanos, Rajoy dijo: “Estamos más abiertos que nunca a América Latina”.
Insistió en ese sentido en que Latinoamérica gana peso específico y centralidad tanto por su propio desarrollo como por el auge de Pacífico y de Asia.
Tras subrayar que España siempre ha confiado en América Latina y fue pionera en inversiones en esa zona (hasta el punto de que cuenta con una inversión acumulada de 115.000 millones de euros), aseguró que, pese a la crisis, este flujo va en aumento.
Como ejemplo, señaló que en 2011 la inversión española sumó 7.000 millones de euros y que sus empresas dan trabajo a dos millones y medio de ciudadanos en la región.
Rajoy avanzó que, en la cumbre, se quiere dar impulso a un nuevo crecimiento y, para ello, juegan un papel esencial las pequeñas y medianas empresas.
Por consiguiente, consideró “especialmente útil” la carta iberoamericana de las pymes que está previsto aprobar en esta cumbre, así como el Centro Iberoamericano de Arbitraje que se ha impulsado junto con el sector privado para la resolución de diferencias de manera amistosa, rápida y eficaz.
También destacó el valor que tiene la Carta iberoamericana de transparencia y acceso a la información pública, porque, al adoptarla, hay un compromiso para que las instituciones estén abiertas al escrutinio de los ciudadanos.
“Ello redundará en instituciones más fiables, con reglas de juego claras, flexibles y creadores de unas condiciones óptimas para la generación de empresas y bienestar en nuestras sociedades”.
El presidente del Gobierno consideró necesario iniciar un proceso de refundación y revitalización de las cumbres iberoamericanas para armonizar todas las voces de esta comunidad.