El Pontífice también se despidió hoy de Castelgandolfo, donde ha pasado el verano, y ya mañana se trasladará a Ciudad del Vaticano. Por otra parte, el Papa también dijo que no puede haber celos entre los miembros de la Iglesia católica y que hay que alegrarse de las obras de caridad que hagan los demás.
“Los miembros de la Iglesia no pueden sentir celos, sino que tienen que alegrarse si alguien, fuera de la comunidad, realiza obras de bien en el nombre del Señor y lo hace con buenas intenciones y con respeto”, dijo el papa.
Benedicto XVI realizó esta reflexión tras afirmar que “también en el interior de la misma Iglesia puede ocurrir, que a veces, cueste valorar y apreciar las cosas buenas que hacen otras realidades eclesiales”.
“Sin embargo - añadió el Papa - tenemos que ser todos capaces de apreciarnos y estimarnos”.