“Con dolor, con mucho dolor he recibido la noticia de los atentados terroristas de hoy contra dos iglesias en la ciudad de Lahore en Pakistán que han provocado numerosos muertos y heridos”, dijo el pontífice con tono serio tras el rezo del Ángelus dominical.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, el obispo de Roma dijo que en algunas partes del planeta los cristianos son perseguidos por el mero hecho de profesar su fe.
El pontífice reclamó el fin de esta “ persecución ” , un fenómeno que, a su juicio, “el mundo trata de ocultar”.
“Que esta persecución contra los cristianos, que el mundo trata de esconder, acabe. Y haya paz”, clamó.
“Son iglesias cristianas, los cristianos son perseguidos. Nuestros hermanos pierden la sangre porque son cristianos”, subrayó.
Y añadió: “Mientras aseguro mi oración por las víctimas y sus familias, imploro al Señor, fuente de todo bien, el don de la paz, de la concordia para ese país”.
Al menos 15 personas murieron y otras 75 resultaron heridas hoy en dos atentados perpetrados de forma simultánea contra dos iglesias en un área cristiana de la ciudad de Lahore, en el noreste de Pakistán, informaron a Efe fuentes oficiales del país.
Poco después de que se produjesen las explosiones, una turba quemó vivos en el área a dos jóvenes sospechosos de haber participado en el atentado.
El grupo insurgente Jamaat-ul-Ahrar (JuA) reclamó la autoría del ataque y advirtió de que continuará realizando atentados de ese tipo “ hasta que se implemente el régimen islámico”, dijo el portavoz de la formación terrorista, Ehsanullah Ehsan, en un comunicado al que tuvo acceso Efe.