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Francisco pidió a los cristianos luchar contra este escándalo. De este modo, entre otras cosas, contribuirían a mitigar “las dificultades de carácter económico”, una de las “causas serias” -aunque no la única- que impide los matrimonios. Un modo muy concreto de defender la “dignidad” del matrimonioen la vida social.
“Por ejemplo -reflexionó Francisco durante la audiencia general, frente a más de 20.000 personas en la plaza San Pedro -en los primeros tiempos del cristianismo esta gran dignidad derrotó un abuso considerado entonces normal, es decir el derecho del marido a repudiar a la mujer incluso con pretextos, y el Evangelio que anuncia el sacramento derrotó esta cultura habitual del repudio”.
Todo esto, invitó, “nos debe llevar hoy a nuevos frutos, y el testimonio de la dignidad social del matrimonio se volverápersuasivo precisamente por este camino, el camino de la reciprocidad entre ellos y de la complementariedad entre ellos”. “Como cristianos -exhortó el pontífice- debemos volvernos más exigentes, por ejemplo en sostener el derecho a la igual retribución por igual trabajo, ¨por qué se da por descontado quelas mujeres deben ganar menos que el hombre? La disparidad es un puro escándalo”.
“Al mismo tiempo” y en la misma óptica Francisco invitó a pedir el reconocimiento de la “maternidad de las mujeres y la paternidad de los hombres, en beneficio también del niño”, o a valorizar la “hospitalidad” de la familia. “La hospitalidad -subrayó- revista hoy una importancia crucial especialmente en las situaciones de degradación y de violencia”.
Consideraciones muy concretas sobre la belleza y el valor social del matrimonio, aunque los matrimonios disminuyan, las separaciones aumenten, los jóvenes vivan “la cultura de lo provisorio” y el temor a los vínculos estables. Es decir, consideraciones con las que el Papa sigue su reflexión sobre la familia en preparación del próximo sínodo. Y a la belleza del matrimonio, anunció, dedicará también la audiencia del próximo miércoles.
Con el mismo enfoque concreto, el papa Francisco denunció la “injusticia” y el “machismo” que imputan a la “emancipación” delas mujeres la reducción del número de matrimonios, el aumento de las separaciones y el temor a vivir vínculos estables. “Este argumento no es válido, esto es una injusticia, una forma de machismo que siempre quiere dominar a la mujer, y hacemos el mal papel que hizo Adán”, que a Dios -que le pregunta por qué comió la manzana- le responde: “Ella me la dio, es su culpa”.
“La culpa es siempre de la mujer, pobre mujer, debemos defender a las mujeres”. Defender a las mujeres en el derecho a una retribución justa y en el derecho a la emancipación es, para el papa Francisco, un modo de expresar la “belleza del matrimonio cristiano”.
Para hacerlo el Papa partió hoy del relato de las bodas de Caná, cuando se termina el vino y la Virgen pide a Jesús que intervenga para los novios en dificultad. “El primero de los signos prodigiosos -señaló el pontífice- Jesús lo realiza en el contexto del matrimonio y fue un gesto de gran simpatía por esa familia naciente”. Y Caná recuerda al Génesis, cuando “Dios termina la obra de la creación y hace su obra maestra, la obra maestra de Dios es el hombre y la mujer”.