“Nicaragua no puede reconocer” al nuevo gobierno paraguayo porque es producto “de un plan claramente articulado entre la oligarquía, las fuerzas derechistas y las fuerzas armadas” de ese país, afirmó Ortega, durante un acto en la plaza de la Revolución, en Managua.
Ortega atribuyó la caída de Lugo a las históricas conspiraciones que hace el “imperio” para “tratar de debilitar el proceso de lucha de los pueblos” y “destituir a gobierno electos” democráticamente como ocurrió el 29 de junio con Manuel Zelaya en Honduras.
“Al cumplirse el tercer año del golpe de estado en Honduras, ayer están dando un golpe en Paraguay. Ahí está la clara la conspiración para tratar de debilitar el proceso” democrático en ese país, reprochó el gobernante nicaragüense.
Ortega dijo que conversó telefónicamente con Lugo el viernes para expresarle su solidaridad con la “situación realmente dramática” que vive Paraguay.
Nicaragua condenó la destitución de Lugo durante la sesión extraordinaria que la Organización de Estados Americanos (OEA) del viernes y en la declaración que emitieron los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) , de la cual es parte desde 2007.
Lugo fue destituido el viernes por el congreso paraguayo, tras un juicio político sumarísimo en el Congreso, acusado por “mal desempeño de sus funciones” .