BRASILIA. “Son 25 militares”, pero ninguno de ellos es general o pertenece a la cúpula de las Fuerzas Armadas, según dijeron a Efe fuentes de la Presidencia brasileña, que estaría inclinada a conceder el asilo que han solicitado. Los soldados ingresaron a la embajada en medio de los desórdenes que se registraban en las calles de Caracas y de otras ciudades de Venezuela después de que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente en enero pasado, instó a una rebelión civil y militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Guaidó anunció en un video grabado en los alrededores de la base aérea de La Carlota, en la zona este de Caracas, que “la familia militar” había decidido unirse al movimiento que persigue la salida de Maduro y la convocatoria a unas nuevas elecciones, “democráticas y libres”. Junto a Guaidó, aparecían unos pocos militares y el opositor Leopoldo López, puesto en libertad por miembros de la Fuerza Armada que se pusieron en contra de Maduro, y luego se unieron a las manifestaciones.
El Gobierno brasileño, que apoya las aspiraciones de Guaidó y le reconoce como “presidente legítimo e interino” de Venezuela, no ha constatado, sin embargo, que la cúpula militar se haya efectivamente rebelado contra Maduro. El asunto fue tratado en una reunión convocada por el presidente Jair Bolsonaro con algunos de sus ministros y en la que, según dijo el vicepresidente, Hamilton Mourao, fue reiterado que Brasil no apoyará ningún tipo de intervención militar extranjera en el vecino país.
Mourão también consideró que Guaidó y Leopoldo López han llegado a “una situación en la que no hay más vuelta” y que ahora “o irán presos o Maduro se irá”. Según Mourao, “no hay otra salida” que alguno de esos extremos, de acuerdo a la evaluación que ha hecho el Gobierno de Brasil en relación a esta nueva ola de manifestaciones contra Maduro. El ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno Ribeiro, quien también asistió a esa reunión, agregó que, aún cuando “se percibe un debilitamiento de Maduro” entre los militares, el Gobierno brasileño no tenía hasta ahora ninguna información de supuestos movimientos en cuarteles. Ribeiro indicó que “al parecer había cierto apoyo en las Fuerzas Armadas”, pero no entre los generales, y que se limitaba a algunos de los oficiales de más baja graduación. En opinión del ministro, esa falta de apoyo de los generales al movimiento encabezado por Guaidó lleva a pensar que “Venezuela aún está lejos de una solución”, la cual “pudiera no llegar en un corto plazo”.