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Leopoldo López, uno de los líderes de la oposición al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que era buscado por las autoridades con acusaciones de instigar a la violencia en las protestas que hace días tienen en crisis al país caribeño y que ya resultaron al menos en cuatro muertes, se entregó ayer a los militares.
Antes, sin embargo, el dirigente político dio un desafiante discurso a sus seguidores y su familia, en el cual expresó que “si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente y podamos construir ese cambio en paz y democracia (...) entonces vale este encarcelamiento infame".
“El día de hoy yo me presento ante una justicia injusta. Ante una justicia corrupta”, dijo al comenzar su discurso en Caracas.
Tras hablar a sus seguidores y despedirse de su familia, López se entregó a los militares, que lo subieron a un vehículo y se lo llevaron. Un tribunal le leerá este miércoles sus cargos.