La movilización convocó a miles de personas, para los organizadores unas 50.000, que coparon el centro de Santiago. Algunos con la bandera multicolor pintada en su cara, varios con estridentes disfraces y otros sin distintivos se unieron en una fiesta que culmina en la noche con espectáculos musicales.
“Ha sido un acto multicolor, diverso, familiar que es un paso más del movimiento social chileno. Hoy es importante dejar claro que urge que el estado chileno reconozca los derechos del a población trans, que es la más vulnerable de la comunidad”, homosexual, dijo a la AFP un portavoz del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) .
A diferencia de otros países de la región como Argentina y Uruguay, en Chile un transexual debe iniciar un juicio civil que implica inversión económica y tiempo, ya que puede llevar dos años, para lograr legalizar su identidad de género, una realidad que Movilh considera una de las principales discriminaciones que sufre esa población en el país sudamericano.
El proyecto de ley se encuentra en trámite en la Comisión de Derechos Humanos del Senado y las organizaciones sociales instan al gobierno que se logre aprobar este mismo año.
El viernes la bandera arcoíris se izó en embajadas, municipios y algunas sedes de partidos políticos sumándose así a la celebración del Día Internacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia.