Según informaron este sábado fuentes oficiales, las discusiones que tuvieron lugar esta semana en la capital argentina “constructivas” y permitieron “progresos a nivel de los jefes negociadores y de los grupos que fueron convocados”.
De acuerdo con la Cancillería argentina, esto “demuestra el compromiso de las partes en llegar a un acuerdo”, bajo negociación hace casi veinte años.
La ronda de negociación en Buenos Aires incluyó encuentros con representantes del sector privado y de la sociedad civil de ambos bloques y con parlamentarios de Argentina, país que este semestre preside el bloque suramericano, también integrado por Brasil, Uruguay y Paraguay.
“Las partes volverán a reunirse en el transcurso del mes de mayo para buscar consenso en los temas que quedaron pendientes”, dijo la Cancillería argentina en un breve comunicado.
La intención de buscar un tratado de libre comercio quedó plasmada en un acuerdo marco de cooperación firmado en 1995 y que entró en vigencia en 1999, pero formalmente las negociaciones técnicas se iniciaron en Buenos Aires en abril de 2000. Desde entonces, se han celebrado algo más de una treintena de rondas de negociación, un proceso complejo, incluso con impases por largos años.
El pasado martes, el canciller argentino, Jorge Faurie, afirmó que las conversaciones avanzan “positivamente”, aunque sostuvo que ambas partes van “a tener que ceder un poquito para permitir el acuerdo”.
En declaraciones a la prensa, Faurie dijo que para que el diálogo continúe en la buena senda se “requieren esfuerzos de todas las partes”.
La Comisión Europea dijo en enero pasado que está comprometida con la consecución de un pacto “ambicioso, amplio y equilibrado” y “no escatimará esfuerzos”, pero advirtió de que la negociación se concluirá “cuando se den las condiciones” para ello.