PARÍS. Fueron reunidos en la capital francesa para una campaña publicitaria.
El grupo no pasa desapercibido entre la muchedumbre que se pasea por los Campos Elíseos el viernes por la tarde y encadena los selfis con locales y turistas.
“Yo que mido 1,58 m... nunca podía imaginarme algo así, menos aún viniendo del campo”, bromeó un visitante francés del suroeste del país. Para el jugador de baloncesto Dalibor Micic, que con sus 2,24 m de estatura es el hombre más alto de Serbia, “es agradable estar con otros hombres altos”.
“Toda la vida eres el más alto de tu ciudad y aquí, bueno, pues te encuentras con gente más alta que tú, es simplemente increíble”, dice con una sonrisa.
Calzado con unas sandalias inmensas, el venezolano Jeison Orlando Rodríguez (2,32 m) ostenta el récord de los pies más largos.
“Actualmente calza un 68 (...) ¡Y sigue creciendo! Es increíble, es terrible” , subraya Georg Wessels, un zapatero alemán.
“Cuando uno se encuentra así con los más altos del mundo es otra sensación. Es una mirada horizontal, porque generalmente tenemos una mirada vertical hacia los demás que son más bajos que nosotros. Pero cuando estamos juntos, nos sentimos siempre como hermanos, tenemos fuerza”, subraya el francés Brahim Takioullah, 2,46 m y segundo hombre más alto del mundo.