En declaraciones al canal boliviano Unitel, Vargas señaló que el piloto de la nave, Miguel Quiroga, que también era uno de los propietarios de la aerolínea, contaba con puntos para recargar combustible establecidos en el plan de vuelo.
“Tenemos alternativas, una alternativa cercana era Bogotá y si él (el piloto) veía que tenía una deficiencia de combustible, él tenía toda la potestad de entrar a reabastecer”, dijo el ejecutivo.
Indicó que inicialmente estaba previsto que la aeronave recargue combustible en la ciudad boliviana de Cobija (norte), fronteriza con Brasil, pero que ese plan quedó descartado por falta de tiempo.
“Lastimosamente no pudimos reabastecer en Cobija, que era el punto inicial, porque al no haber logrado el vuelo desde Brasil, tuvimos que contratar otro chárter y se nos hizo tarde, Cobija no trabaja en la noche”, manifestó.
Insistió en que Quiroga disponía de un punto alterno autorizado, que era Bogotá, para descender “en el caso hipotético de que hubiera necesitado combustible”.
En otras declaraciones publicadas hoy por el diario Página Siete, Vargas sostiene que el piloto “toma la decisión de no entrar (a Bogotá) porque pensó que le alcanzaba el combustible. Se trata de un piloto de mucha experiencia que hizo su entrenamiento en Suiza”.
“Tenemos que investigar por qué tomó la determinación de irse en forma directa a Medellín”, remarcó Vargas, según el medio.
La empresa aguarda los resultados de la investigación de Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil).
El accidente aéreo, ocurrido en Colombia, costó la vida a 71 personas, entre las que figuran futbolistas del Chapecoense brasileño, y dejó heridas a otras seis.
La plantilla del Chapecoense arribó la noche del lunes a la ciudad de Santa Cruz en una aeronave de la estatal Bolivia de Aviación (BOA) para luego embarcarse en la nave de Lamia, dedicada a hacer vuelos chárter para clubes y selecciones de fútbol.
El Chapecoense viajaba hacia Medellín, Colombia, para disputar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional colombiano.
El avión, un Avro Regional RJ85, llevaba 77 personas a bordo y se declaró en emergencia en la noche del lunes por fallas eléctricas cuando se aproximaba al aeropuerto de Medellín.
La Cancillería de Colombia informó hoy que coordina las acciones necesarias para acompañar el proceso de repatriación de las 71 víctimas mortales que dejó el accidente aéreo.
La aerolínea boliviana anunció por su parte que dispondrá de un vuelo para trasladar a los familiares de los bolivianos fallecidos y heridos, si bien no ha dado una fecha para concretar el viaje.