Un congreso de científicos y de donantes reunido esta semana en Italia intentará combatir esa plaga. El enemigo, la enfermedad del estriado marrón de la yuca (CBSD en inglés por Cassava Brown Streak disease) es solapado, pues los cultivadores no pueden detectarlo.
“Las hojas parecen sanas, pero las raíces (la parte comestible) están negras, con necrosis, haciendo que la planta no pueda ser consumida, ni siquiera por los animales”, explica el investigador Claude Fauquet, uno de los fundadores de la Asociación Mundial de la mandioca para el siglo XXI (GCP21), a la AFP.
“Se pueden erradicar las enfermedades virales de la mandioca en África como se hizo para la polio, y si es así, ¿de qué forma? Nadie lo ha intentado jamás , dijo en vísperas de la reunión anual del grupo a orillas del lago de Como, en Bellagio.
El estriado marrón, devastador para los cultivos, desaparecido desde 1935, reapareció hace unos 10 años en África del este. Desde entonces progresa hacia el oeste del continente: después de Tanzania, Kenia, Mozambique, sus primeros focos, ha sido señalado en República Democrática del Congo (tercer productor mundial) y en Angola.
Simultáneamente, y es algo nuevo, la plaga emigra hacia las alturas, a unos 1.000 m de altitud, en Uganda, Malawi, Ruanda y Burundi.
El temor es que el virus contamine a Nigeria, el país más poblado del continente, que produce 10 millones de toneladas y busca un desarrollo industrial con base en el almidón de yuca, como en Tailandia, donde esta actividad hace vivir a numerosos pequeños productores.
Los campesinos contribuyen, a su pesar, a propagar el virus, al plantar e intercambiar retoños enfermos, observa el investigador.
“Técnica y científicamente sabemos lo que tenemos que hacer, pero hay que contar con los medios, financieros y logísticos”, afirma Claude Fauquet.
El investigador preconiza una red de distribución de materiales sanos, garantizados sin virus, como hicieron Francia y América del Norte con la patata.
La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, que estará presente en Bellagio, se moviliza igualmente con un plan estratégico de cinco años (2010-2015) para luchar contra las enfermedades de la mandioca, que ve como “una amenaza mayor para la seguridad alimentaria”
Sobre todo porque hay otras plagas que amenazan, como el virus mosaico de la yuca (CMD, en inglés) que priva cada año al continente de unas 50 toneladas del tubérculo.
El virus se propaga en cepas cada vez más resistentes, a través de África del este y central.
En Bellagio, los investigadores y representantes de los grandes organismos donantes (Banco Mundial, USAID, Fundación Bill Gates) deben intentar coordinar más sus programas y actividades de investigación.
“El objetivo es obtener el consenso de todos. Podemos comenzar con un plan piloto en dos o tres países y extenderlo progresivamente”, dice Fauquet.
Pero con una situación alimentaria ya bastante tensa, el pico demográfico esperado en África de aquí a 2050 y los impactos del cambio climático, “no vale la pena agregar” otros problemas, juzga el investigador.