CARACAS. “La pretensión de iniciar un nuevo período presidencial el 10 de enero de 2019 es ilegítima por su origen, y abre una puerta al desconocimiento del Gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho ” , dice la exhortación de los obispos.
La Iglesia católica venezolana dice que el país vive “un régimen de facto, sin respeto a las garantías previstas en la Constitución y en los más altos principios de dignidad del pueblo”.
El texto recalca, además, que la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) “ es el único órgano del poder público con legitimidad para ejercer soberanamente sus competencias”.
Tras la lectura del documento, monseñor Baltazar Porras dijo a periodistas que no corresponde a la iglesia “reconocer o no reconocer, pero que sí está claro ” que no están dadas las condiciones “para decir que en Venezuela existe” un régimen democrático“.
Indicó que tampoco les compete apoyar, o no, las protestas antigubernamentales que se puedan realizar en el país, pese a que exigió respeto a la ciudadanía ”y que no sea con la violencia, la represión y con la cárcel como se les impida expresar sus necesidades y pedimentos“.
En días recientes, la Iglesia venezolana había alertado que ” todas las dudas “enmarcan la jura de Maduro y que el nuevo mandato de éste ”se ha hecho ilegítimo y moralmente inaceptable“, tras haber causado ”un deterioro humano y social en la población".
La Iglesia católica venezolana ha mantenido tensas relaciones con el Gobierno chavista casi desde su instalación, en 1999, y ha sido considerada por la Administración de Nicolás Maduro como un agente político que apuesta a la desestabilización de Venezuela.