Cargando...
La televisora pública NHK informó que el Partido Liberal Democrático de Abe y su socio menor, el Partido Komeito, lograron más de 317 escaños en la Cámara baja compuesta por 475 miembros, lo suficiente como para mantener su "súper-mayoría".
"Creo que el público aprobó los dos años de nuestras políticas 'Abenomics'", dijo Abe en una entrevista televisada. "Pero eso no significa que podamos ser complacientes". Muchos votantes, que dudan tanto de la estrategia de Abe para poner fin a la deflación y generar crecimiento como de la capacidad de la oposición para idear un mejor plan, se quedaron en casa, haciendo que la participación estuviera camino a llegar a mínimos históricos.
Medios pronostican que la participación final fue de un mínimo histórico de 52,4 por ciento, que se compara con el nivel de post guerra de 59,3 por ciento en las elecciones de 2012, en las que Abe retornó al poder para iniciar un segundo mandato, en medio de promesas de reactivar una economía afectada por la deflación y el envejecimiento de la población.
Analistas del mercado dicen que el resultado, ampliamente esperado, sería positivo para las acciones y negativo para el yen, ante los pronósticos de que Abe mantendrá su estrategia de "Tres Flechas": política monetaria híper flexible, gasto del Gobierno y reformas. "Como la administración de Abe pone el énfasis en los precios de las acciones, el corto plazo, esto será un factor positivo hacia acciones más altas y un yen más débil", estimó Tsuyoshi Ueno, economista senior del NLI Research Institute.
"Pero en el corto plazo, los inversores van a estar mirando si Japón está cambiado estructuralmente". Persisten las dudas sobre si Abe va a poder aplicar la estrategia de las "Tres Flechas" para reformar áreas políticamente sensibles, como la desregulación del mercado laboral y una reforma al sector agrícola. Hasta ahora, el progreso ha sido limitado, en parte por la oposición de miembros del propio partido de Abe.
Las esperanzas sobre el plan de Abe se vieron empañadas después de que la economía japonesa entró en recesión en el tercer trimestre, tras un alza a los impuestos a las ventas en abril. Abe decidió el mes pasado posponer una segunda subida de impuestos al 10 por ciento hasta abril de 2017, aumentando las preocupaciones acerca de cómo Japón frenará su enorme deuda pública, la peor entre las naciones avanzadas. "Tenemos que reactivar a nuestra economía y encontrar un camino hacia la reconstrucción fiscal", dijo el legislador del Partido Liberal Democrático, Shinjiro Koizumi.
"Aun cuando ganamos, no hay margen aquí para celebrar". Abe, cuyos índices de aprobación han caído muy por debajo del 50 por ciento, llamó a las elecciones cuando acababa de cumplir dos años en el poder, con el fin de afianzar su poder antes de llevar a cabo impopulares políticas, como la reapertura de los reactores nucleares que se encontraban sin operar tras la catástrofe de Fukushima en 2011 y el giro en la política de seguridad pacifista del país en el periodo de posguerra.
La victoria de la coalición liderada por el Partido Liberal Democrático podría además facilitar la reelección de Abe como líder de su partido en septiembre próximo, aumentando la posibilidad de que siga en el poder hasta 2018. El Partido Democrático de Japón, el principal bloque opositor, no alcanzaría los 80 escaños calculados en algunos pronósticos, en gran parte debido a los recuerdos aún latentes de su Gobierno entre 2009-2012, el cual estuvo plagado de luchas internas que llevaron a que hubiera tres primeros ministros en tres años.